Luis Fernández / Mimí Lazo |
Por
Bruno Mateo.
El texto de “El último amante” nos habla acerca de un hombre entrado a los cuarenta, cuya vida ha sido ejemplar: se casa muy joven con la mujer que sigue siendo su esposa actualmente, posee un restaurante, se levanta todos los días a la misma hora, nunca le ha sido infiel a su mujer, es un hombre moralmente correcto, que un día decide tener una aventura extramarital en casa de su madre. El hombre, intenta fallidamente en tres ocasiones, cometer adulterio. Cada una de las mujeres tiene sus características bien marcadas, la primera, la conoce en el restaurante, es una ninfómana, fumadora, dipsómana, interesada sólo en el placer sexual, la segunda, es una cantante que conoció en la plaza Altamira cabeza hueca con el síndrome de Peter Pan (se resiste a crecer), consumidora de marihuana y montada, cual quinceañera, en unos patines y la tercera, resulta ser la amiga de su socio comercial, una mujer depresiva que toma antidepresivos para sobrellevar la vida. Es una tipa graciosamente patética. Por último, se percata del error que estuvo a punto de cometer y llama a su esposa para que se convierta en esa amante furtiva y cometan el “adulterio” que siempre deseo hacer.
La inauguración de esta
segunda edición del Festival de teatro de Caracas organizado por Fundarte, Institución
encargada para la cultura de la Alcaldía
Libertador, estuvo a cargo del montaje “El último amante” adaptación del play
del norteamericano Neil Simon “The last of the real hot lovers” (1969) un
montaje de Lazo Producciones protagonizado por Mimí Lazo y Luis Fernández
escenificado en el emblemático Teatro Nacional de la esquina de Cipreses el día
viernes 22 de febrero de 2013.
El evento dio inicio con palabras del viceministro para
la Economía Cultural del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, Humberto
González; la jefa de Gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faria, y el
alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez.El texto de “El último amante” nos habla acerca de un hombre entrado a los cuarenta, cuya vida ha sido ejemplar: se casa muy joven con la mujer que sigue siendo su esposa actualmente, posee un restaurante, se levanta todos los días a la misma hora, nunca le ha sido infiel a su mujer, es un hombre moralmente correcto, que un día decide tener una aventura extramarital en casa de su madre. El hombre, intenta fallidamente en tres ocasiones, cometer adulterio. Cada una de las mujeres tiene sus características bien marcadas, la primera, la conoce en el restaurante, es una ninfómana, fumadora, dipsómana, interesada sólo en el placer sexual, la segunda, es una cantante que conoció en la plaza Altamira cabeza hueca con el síndrome de Peter Pan (se resiste a crecer), consumidora de marihuana y montada, cual quinceañera, en unos patines y la tercera, resulta ser la amiga de su socio comercial, una mujer depresiva que toma antidepresivos para sobrellevar la vida. Es una tipa graciosamente patética. Por último, se percata del error que estuvo a punto de cometer y llama a su esposa para que se convierta en esa amante furtiva y cometan el “adulterio” que siempre deseo hacer.
El FTC escogió a “El último amante” adaptación
latinoamericanizada del play de Neil Simon para inaugurarse, una obra que nos
hace ecos, no por la historia sino por la premisa, del “Pájaro azul” de Maurice
Materlinck, la felicidad siempre está en casa.
El montaje de Lazo Producciones enganchó de inmediato en
el público. Una Mimí Lazo desbordada en simpatía junto a un versátil Luis
Fernández hizo de esta apertura del Festival una verdadera fiesta. El Dios
griego Dionisos, atribuido como originario del rito y el teatro apareció en el
justo momento cuando se encienden las luces del escenario y la magia de la
escena gravitó en ese instante único e irrepetible. Lazo hace alarde de sus
recursos gestuales muy característicos de ella para sumergirnos en sus tres personajes
(ninfómana, marihuanera y depresiva), en mi opinión, el más logrado fue el de
la ninfómana. Por su parte, Luis Fernández es un actor desenfrenado que no le
teme a jugar con su cuerpo para tocar esos instantes en el que se conecta con
el personaje.
Las butacas del Teatro Nacional, edificación que data
desde principios del siglo XX (1904), vuelven a ser depositarias de gente
ansiosa por ver realidades posibles, mundos alternativos que el teatro puede
recrear. La segunda edición del Festival de teatro de Caracas FTC viene preñada de múltiples opciones para el
disfrute de los caraqueños y con “El último amante” se abre la puerta para
entrar en las fiestas dionisiacas que permanecerán abiertas durante dos semanas
por toda la ciudad. Nada más hay que revisar la programación para encontrar a
las viejas y nuevas generaciones de teatristas unidas para el quehacer teatral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario