sábado, 8 de marzo de 2014

Mujeres sabias

Una vez mas el travestismo teatral tiene cultores estetas
Por Edgar Moreno Uribe
@eamorenouribe
@avencrit

¿Cuál es la verdadera sabiduría  de las cúpulas universitarias? ¿Cómo se cocinan cargos o ascensos? ¿Cuál es el verdadero talento de docentes y como miran o tratan a los estudiantes? ¿Cuál es la ciencia o la sabiduría o el conocimiento que  emana de  las aulas universitarias? ¿De verdad la vida universitaria es así y por qué otra gente no lo muestra o denuncia?
Son algunas de las preguntas que el público se hará tras ver y disfrutar el espectáculo  Las mujeres sabias  de Moliere,  desopilante sátira travesti del grupo ArteÚ,  dirigida por Costa Palamides, quien también actúa, el cual por ahora  hace una breve temporada en el Teatro César Rengifo, para reaparecer con más presentaciones en el Circuito Teatral y  en el Festival de Teatro durante este año. 
 
Moliere actualizado
 
Costa Palamides, venezolano de padres griegos y motor del grupo Teatrela, quien lleva largos 25 años de labores auténticamente culturales, se atrevió a versionar este urticante  pieza del genial Moliere (Jean-Baptiste Poquelin, París, 15 de enero de 1622/17 de febrero de 1673) para escenificar una crítica mordaz a las apariencias de sabiduría de un grupo de "académicas", interpretadas todas por actores. Una versión libre inspirada en el mundo de saberes y placeres de los recintos universitarios, por los cuales él y sus comediantes  han transitado, para reiterar  así como el gran dramaturgo descose todos los hilos de un academicismo petulante, muchas veces  caracterizado por el arribismo y la ignorancia. 
Palamides con su  montaje  Las mujeres sabias (escrita originalmente hacia el año 1672) desmonta el aula magna del precario conocimiento y sobre todo se burla de las graduaciones y los actos pseudo intelectuales. Esto da pie, para que ocurran los más enrevesados enredos, producto de amores imposibles, deseos incumplidos y una cocinera muy particular. Estudiantes y profesores se verán retratados en esta disparatada comedia sobre las artes y las ciencias de nuestra cotidianidad premiada con un acto de graduación “in situ” donde todos los espectadores estarán involucrados.
 
Travestismo
  
Esta sátira travesti sobre la vida académica, acentúa su crítica en la ambición seudoliteraria  y el supuesto amor por las artes de algunos de nuestros burócratas culturales. La pluma del genial comediante  francés no deja a ningún “falso culto” bien parado como también descifra todas las artimañas para “escalar” de los paracaidistas de una supuesta intelectualidad, ha dicho el versionista-director-actor, quien insiste como en su espectáculo puede suceder “peligrosamente bajo o entre o al lado de los móviles de Alexander Calder, en el pasillo de letras, en tierra de nadie, en una plaza cubierta del rectorado, en un aula magna cualquiera o en un salón de té y tejemanejes de la casa de una rectora.  Lo terriblemente cómico es que bajo todo eso o entre todo eso, no existe ni una pizca de cultura verdadera. En fin, ya sabemos a qué se puede aspirar: a una especie de  fingido expresionismo abstracto del siglo XXI hecho teatro ¿Será posible? Por lo pronto, una que otra pasión de onnagata, ese milenario teatro japonés donde los roles femeninos jovenes lo hacen hombres, o quizás una pretensión de cabaret literario donde no desdeñamos ni la danza del maquillaje ni el canto del cisne.  Incluso hay hasta un poco de revista política. ¿Por qué no? Todo eso fue, es y será Moliere y aquí en Caracas ya se le conoce bastante, además”.   
 
Ficha técnica
 
Es sabido que en la época de Moliere, muchos de sus personajes femeninos  fueron interpretado por actores. Es por eso que  actúan  en este tercer montaje de ArteÚ  (Señora de los ahogados  y  Odisimbad ):  Ludwig Pineda (Trissotin) , José Gregorio Martínez (Clitandro/Dra. Vadius/Notario), Domingo Balducci (Belisa),  Oscar Salomón (Martina), Germán Manrique (Filaminta), Carlos Maza (Armanda), Jonell Páez (Enriqueta)  y el propio Palamides (Crísalo)  con nueve personajes aderezados con todos los tips y tics de varias épocas  El diseño de la escenografía es de Oscar Salomón y  la iluminación de Gerónimo Reyes. El diseño de vestuario es de los alumnos del Instituto de Diseño Las Mercedes y el diseño gráfico de Johan Verdi. La producción es de Karla Fermín, con la asistencia de Yordano Marquina. La asistencia de dirección y realización escenográfica es de John Salazar y el concepto, la versión, musicalización y dirección de Costa Palamides. La producción cuenta con el apoyo de la Fundación José Ángel Lamas, el Laboratorio Anna Julia Rojas, la Alianza Francesa, el Teatro de Repertorio Latinoamericano (Teatrela) y el Instituto de Diseño Las Mercedes.
 
No es misoginia
 
Moliere no era misógino, sino   que criticaba a los embaucadores,   quienes engañaban a las féminas y las ridiculizaban, lo cual, en este siglo XXI, se sigue haciendo. Costa Palamides advierte que su espectáculo  Las mujeres sabias  no ataca a un grupo  profesoral en especial, sino que advierte si la gente que ha sido nombrada está en su puesto o en su cargo por mérito propio o fue designada a dedo. Ha  buscado, pues, actualizar la saga molieresca con algunos aspectos de la actualidad caraqueña. Ahí está el veneno.
Cortina musical 
Costa Palamides  es un reconocido melómano que utiliza una  multisápida  cortina musical para  Las mujeres sabias, la cual va desde boleros hasta merengues y unos  cuantos  reguetones. Por eso a sus personajes los acompañan temas  como  Así, así,  Amores como el nuestro   y hasta  Darte un beso.  Por supuesto que el público acompaña a los actores-actrices en su rumboso montaje.
Fuera de las aulas
 
ArteÚ  fue  creado por ex-integrantes del Teatro Universitario UCV después de estar en varios montajes dirigidos por Luigi Sciamanna, Orlando Arocha y el mismo Costa Palamides. Como ArteÚ ha seguido una carrera teatral fuera de las aulas universitarias y son justo ellos los que ahora llevan a cabo esta trepidante comedia sobre los casos y cosas de las máximas casas de estudios. Ocurrencias hilarantes que acto tras acto se van mostrando en un ambiente festivo y lúdico, aderezado de pánicos astrales y lumínicos.  

martes, 4 de marzo de 2014

Compañeros de viaje

Wilfredo Peraza y Aníbal Grunn

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
@avencrit

 

La Compañía Regional de Teatro de Portuguesa trajo para el Laboratorio teatral Anna Julia Rojas en Caracas durante el último fin de semana de febrero y el primer fin de semana  de marzo de 2014 la obra “Compañeros de viaje” de Carlos Gorostiza (1920) obra que parte de su original “Aeroplanos” estrenada en 1990, bajo la dirección de Carlos Arroyo y las actuaciones de Aníbal Grunn y Wilfredo Peraza.

La pieza es una historia que aborda el tema de la vida y la muerte de una forma práctica sin que por ello pierda la belleza poética del texto. Con una puesta en escena minimalista con énfasis en las actuaciones, Arroyo trae un teatro con los tres elementos básicos de su composición: actor, espectador y texto. La tríada perfecta para la fruición del espectáculo cuando los tres elementos están bien sincronizados

Llega un momento en la vida de los seres humanos que nos damos cuenta de que la vida es una  viaje en donde todos nosotros somos pasajeros y que cada uno se bajará cuando le toque bajar, con esta premisa la pieza nos interna en una interrogante existencial que a través  de estos dos viejos amigos nos dan una perspectiva de vida.

Las interpretaciones de Aníbal Grunn y Wilfredo Peraza están cabalmente equilibradas, cada uno de ellos respeta su tiempo y su importancia dentro del juego de la trama. Ambos logran conmover al espectador con sus creíbles personajes. El ambiente intimista de la función detona en el público reacciones orgánicas de llanto y risas por cada situación planteada. Creo que ver a Aníbal Grunn en escena con este personaje hace recordarme la razón por la cual una vez decidí estar en el mundo del teatro.

Compañeros de viaje” es un montaje sólido, sencillo con unas actuaciones dignas y una dirección elegante que, sugiero, debe seguir en cartelera por mucho tiempo para el deleite del público.

lunes, 3 de marzo de 2014

Compañeros de viaje.

Por Carlos Herrera
@cehs1957
@avencrit

Entre la última semana de Febrero y la primera de marzo de 2014, en el teatrino del Laboratorio Teatral “Anna Julia Rojas” situado en la Avenida México de Caracas, se presentó el montaje Compañero de viaje del dramaturgo argentino, Carlos Gorostiza (1920) el cual contó con la sólida versión de Aníbal Grunn y una perspicaz puesta en escena de Carlos Arroyo para la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa.

Partiendo del texto original titulado Aeroplanos del año 1989, se pudo observar el tratamiento del hermoso texto que habla sobre la solidaridad pero, sobre todo, el abordaje del tema de amistad. Una versión pulcra que mezcla lo cotidiano junto con elementos del sainete y un toque de melodrama para una trama donde dos jubilados de la sociedad como lo son Francisco y Cristóbal, languidecen en sus rutinas, rumian sus cuitas personales, alardean de sus viejos tiempos pero comprenden que lentamente están siendo apartados de un mundo cambiante; ellos, desde lo más cercano de su cosas y siendo tozudos oponentes beisbolistas lo une la entrañable verdad de ese tránsito existencial que es la verdadera amistad. Para ellos, en el ocaso de ese viaje compartido saben y ven con prístina claridad que la senectud les facilita ser más sinceros el uno con el otro y dejar de lado cualquier ápice de desesperanza para unirse mucho más en ser esos viajeros que están ahí para acompañarse porque son almas comunes.

La resolución del montaje es de corte intimista, carente de efectismo, con parquedad lumínica y una planta de movimientos precisa; pero sobre todo, la perspicacia de la dirección fue centrar esta propuesta en la vitalidad que se debía emanar desde el desempeño actoral. He ahí que vemos como un universo único y sensible se arma para el gozo del espectador.

Desde éste aspecto, tanto Aníbal Grunn como Wilfredo Peraza como yo a veces me tomo la libertad de calificarlos, son “veteranos en homicidios” porque saben acoplarse uno al otro en eso que es la alquimia de leerse con soltura tanto en cada movimiento, en que saben oír el silencio de su contraparte, que están atentos a cada atenuación e inflexión de la voz de su compañero de trabajo artístico y que no le es raro que tras cada acción puedan tejer una reacción porque está la empatía como la sabia comprensión de la dimensión que no solo su papel individual le demanda sino del que debe encarar el otro actor: es interpretar acompañado. Y lo enfatizo, porque en algunos casos uno ha visto más que una labor de conjunto una competencia de egos. Grunn y Peraza no tomaron sus papeles para emanarlos mecánicamente sino que estuvieron siempre consciencia de la presencia del otro actor / personaje quien a su vez ejercía una reacción para que el otro, volviese a accionar.

Por eso matices emocionales como la tristeza o la melancolía producto de alguna circunstancia o hasta lo trágico como una enfermedad o misma soledad que atenaza a estos personajes son compensados con la confianza del apoyo sin dejar que la sinceridad se ausente en esos seres; pero el punto medular radica en que estos dos magníficos actores aunaron un esfuerzo compositivo individual y de conjunto para hilar fino estos el espectro que la versión exigía y siempre atentos a que su trabajo rondase en el peligroso borde de la falsedad o peor aun, de la sobreactuación. Lo emotivo salió del fondo de la comprensión del cómo ese personaje debía erguirse y mostrarse permitiendo que el otro personaje mostrase al tiempo, su figuración emotiva con la cual tejieron lo sensible de un drama con ribetes de comedida gracia.

Compañeros de viaje fue un trabajo escénico firme como bien sostenido; mostró verdad teatral tras la labor de sus actores y permitió proyectar un sentido de significación hacia la sensibilidad de quien los receptó. Contundente espectáculo donde la sencillez y dignidad artística dejo ansias de querer seguir viendo más.