miércoles, 30 de abril de 2014

LECTURAS DEL FTC-2014 (y 3)

El pretendiente.
 
Por Carlos Herrera.
@cehs1957
@avencrit

La tercera edición del Festival de Teatro de Caracas culminó ayer con un rotundo éxito tanto como actividad programática como por el amplio espectro de trabajos teatrales exhibidos. Su impacto superó una suma cerca a de 120.000 espectadores. No hubo sala o espacio programado donde se hubiese percibido no menos de un 90% de su aforo abarrotado de un entusiasta espectador. Ello indica que aun en los momentos de máxima tensión social, el teatro es bálsamo para la catarsis, es vaso comunicante con mensajes, temas y perspectivas que tocan la sensibilidad, la reflexión y la respuesta del ciudadano en este tiempo del s. XXI. Teatro como ágora es sin duda, el logro de sus organizadores. Un reconocimiento y un espaldarazo a que más allá de todo aspecto político económico, la realidad y la necesidad de una vitrina como esta se sostenga en tiempo y espacio. El que haya estado las diversas maneras del hacer y que los antagonismos ideológicos pudiesen dialogar desde la escena siendo el público su gran juez, lo dijo todo. El teatro es ante todo ceremonia y ritual, es comunicación y capacidad tolerante de mirar la vida desde varias ópticas y que la síntesis del arte y la tolerancia reflexiva sea su núcleo vital.

Primera lectura. Estrenar dentro de la vitrina de un Festival en pleno apogeo es uno de los retos más vibrantes que tiene todo grupo. Muchos factores pueden ir a favor o en contra; sin embargo, si el viento es favorable el trabajo de creación impondrá una recepción y una sintonía inigualable en la memoria del público. Esto y más ocurrieron ayer con el estreno de la pieza teatral Bingo del sempiterno autor merideño, Román Chalbaud en el Teatro Simón Bolívar. El tema de la senectud donde se hilaba una ácida comedia con un tono reflexivo sobre las pulsiones que aun laten en los cuerpos de seres de la llamada tercera edad fue, asertivo y con plena vigencia. Un espectáculo denso, bien articulado en su puesta en escena por Costa Palamides para la co producción entre El teatro del Duende y la CNT se sostuvo de forma eficaz tanto en ritmo, buen decir y actuaciones memorables dadas por Francis Rueda, Aura Rivas, Gladys Prince, Ludwig Pineda y Vito Lonardo selló la realidad que el teatro y la dramaturgia nacional está viva más que nunca a través de ellos y, por supuesto del maestro Chalbaud.

Segunda lectura. La Fundación Grupo Teatral Dramart presentó en la Sala Rajatabla su propuesta Psicosis 4:48 de Sarah Kane y dirigida por Gabriela Carballido y la actuación de Moyra Ángeles. Un trabajo lúcido tanto por capacidad experimental, por osar al espectador a contemplar desde el unipersonal como se puede otear las oquedades existenciales del ser y desde ahí conjugar una dialéctica con las angustias del hombre moderno. Trabajo sintético. Casi de tono minimalista con apegado empleo del espacio y apoyo audiovisual que dice me expreso con fuerza que si hay caminos con explorar desde la investigación y el reto que supone hilar el lenguaje escénico con rigor e inteligencia. Uno de los trabajos más firmes de este festival y que debería ser promovido con más funciones. Un gran aplauso a este colectivo andino y que deben ser considerados a estar más tiempo en las salas de esta Caracas.

Tercera lectura: Vale bien salir de un teatro con la satisfacción de estar agradado y que uno está como el resto del público, eufórico. Esa sensación la derivé de constatar la escenificación de El Pretendiente que se sintoniza con la obra de Tennesse Williams “El zoológico de cristal”. Un trabajo fresco, desenfadado, bien actuado, que no tuvo sin que mostrar lo suyo y crear ese nexo vital con el público y al final, recibir una ovación desinhibida y fiel a lo que les hizo sentir. La Asociación Cultural Urbe con la concreta dirección de Rubén León y un texto que tenía mucho que decirnos en los espacios de la Sala Juan Sujo de la Casa del Artista fue realmente, sabrosa. Las actuaciones de Verónica Arellano, José Gregorio Martínez, Mariana Álvarez y José Luís Barrera en su epicentro histriónico que fue lo mejor de esa velada. Gracias a ellos, uno sale del teatro complacido y no como crítico sino como espectador. Una de la piezas que debería tener temporada después del FTC 2014. 

lunes, 21 de abril de 2014

La Princesa Panchita



Elenco original. Teatro Tilingo

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
@avencrit

 
Aún después de 40 años, la puesta en escena de La princesa Panchita dirigida por el chileno radicado en Venezuela Oscar Figueroa sigue divirtiendo, entreteniendo y enseñando a los niños sobre el valor del amor, la pieza con diseños de vestuario del desaparecido Elías Martinello causó gran satisfacción este domingo 20 de abril de 2014 en  la sala Antonieta Colón del Centro cultural Parque Central, por cierto un lugar amable con un personal atento dispuesto a hacer de tu estadía un momento muy grato, la pieza se presentó dentro de la programación de teatro infantil de la 3era edición del Festival de teatro de Caracas “Nos estamos viendo” bajo la producción de la compañía juvenil de la escuela de arte dramático del estado Aragua con las actuaciones de Oriana Brando como La princesa panchita, María Elena Prieto es El hada Chepa, Raquel Romero (La Reina Pancha), Ángel Pérez (el Rey Pancho), Eduard Acosta es Carmelito, Yannine Champion hace de Reina Carmela, José Rodríguez interpreta al Rey Carmelo, Weston Liscano y José Agustín Vásquez es el Príncipe Juan, Simón Añez (Príncipe Azul) y Larry Álvarez es el Príncipe Rudo, música original de Luis Advis, escenografía de Patricio Del Campo, asesoría técnica corporal  y plástica de Rocío Rovira.
Elenco 2014

La puesta en escena  es digna y muy acompasada con los distintos ritmos de cada escena dramática que requiere el texto escrito. La escenografía es funcional y se usa para recrear los ambientes de la obra, cada cambio de cuadro escénico se realizaba sin ningún esfuerzo y dentro de la coreografía de la planta de movimientos. Los diseños de vestuario del fallecido Elías Martinello son atractivos y acordes con cada personaje amén del toque artístico en las líneas del estilismo. El maquillaje jugó un papel en la conformación gráfica de los caracteres, es decir todos los elementos fueron en función de una puesta en escena bien definida con la finalidad de tener un todo estético acorde con la estructura dramática.

Las actuaciones de todos los intérpretes estuvieron, técnicamente, acordes, lo que implica que poseen una buena formación actoral; ahora bien, caben destacar las interpretaciones de Raquel Romero como la Reina Pancha quien con su carisma logra envolvernos en donde cada  gesto, cada movimiento, cada mirada nos indica que se está creyendo lo que hace a la vez que nos vincula con la situación escénica y el trabajo interpretativo de Simón Añez como el Príncipe Azul  que llena el espacio desde el mismo instante que penetra en el escenario, su personaje es el toque de locura dentro de la “seriedad” de la situación. Muy buena proyección de voz y clarísima dicción.

La princesa Panchita se puede considerar un clásico del teatro infantil en Venezuela en donde todos los elementos constitutivos del todo teatral trabajan en función de lograr un significante estético y ¡Vaya que lo logró! después de cuarenta años el montaje merece el sitial de honor dentro del teatro para niñas y niños.

domingo, 20 de abril de 2014

La máxima felicidad se busca en el III FTC 2014



Por Walter De Andrade
@deandradewal
@avencrit

Al crecer desechamos la familia heredada para escoger una nueva familia. Tal planteamiento es recurrente en la dramaturgia del venerado Isaac Chocrón (1933-2011) hombre fundamental en la historia del teatro contemporáneo venezolano. Una de sus piezas baluarte en esta idea es, sin dudas, La máxima felicidad, estrenada en 1974 y, que para este III Festival de Teatro de Caracas 2014, subió al escenario de la Sala Doris Wells (Casa del Artista) los días 19 y 20 de abril,  en propuesta del colectivo  Proyectos en Ebullición, bajo la dirección de Nelson Lehmann y con las actuaciones de Mayte Parias, Jornell Ariza y Gonzalo Cubero. 

La familia propuesta en este texto es atípica. En un “lindo experimento”, dos hombres y una mujer unen sus vidas para alcanzar la anhelada felicidad emocional: Pablo, de mediana edad, culto, impositivo; Perla, ama de casa entregada; y  Leo, el más joven, desprevenido y rebelde. Las diferencias de interés, la búsqueda personal, no exenta de egoísmo,  de cada uno de los tres, añaden a la relación las tensiones evidentes que refuerzan aquello de que “las relaciones son difíciles”. Este trío, en su ensayo de un nuevo modelo de familia debe enfrentar sus conflictos cotidianos poniendo a prueba sus nociones del compromiso y el amor. Un inesperado embarazo viene a romper el pretendido equilibrio numérico y añade nuevas perspectivas y retos. 

La propuesta, de tono naturalista, descansa en el trabajo actoral. Gonzalo Cubero  impulsa con su sapiencia histriónica el personaje de Pablo. Con entereza muestra su intención de erigirse en pivote y su insistencia en racionalizarlo todo. Mayte Parias muestra a una Perla por momentos inerte, llevada por los dictados del día a día, habituada a una zona de confort, solo resquebrajada por su embarazo inesperado y su consiguiente necesidad de justificación: “fue un error, no una trampa”, replica. Leo, en piel y voz de Jornell Ariza muestra su inconformidad esencial,  la rebeldía innata de la juventud, la necesidad reiterada de confrontar, subvertir. Las acciones se desarrollan con la familiaridad  que brinda un espacio escénico íntimo, recreación de un apartamento sin divisiones físicas, pero en el que cada personaje tiene marcado su propio espacio personal. La correcta iluminación de Gerónimo Reyes marca con sutileza las distintas ambientaciones y brinda atmósferas cálidas para una representación que acertadamente interpreta los caminos del autor, y brinda un espectáculo reflectante. El festival sigue dando muestras de lo que está hecho nuestro teatro.

Especial para el diario CiudadCCS, III Festival de Teatro de Caracas 2014

LECTURAS DEL FTC-2014 (2)



Por Carlos Herrera
@cehs1957
@avencrit

Ya el Festival de Teatro de Caracas 2014 ha sumado once días. Son más de 26 salas y espacios públicos tomados y un amplio espectro de obras que, por más que se deseen verlas, exige al espectador haber armado una selección preliminar so pena de verse abrumado por tantas y tantas buenas opciones.

 Como espectador he tenido la suerte de constatar atractivos montajes así como producciones que bien hubiesen sido programadas bajo una categoría de off festival. Lo primero que hay que apuntar es que la vitrina debería tener una curaduría, es decir, separar las propuestas que no tengan un nivel de calidad artística de las que si la poseen. Esto ayudaría mucho a la hora de saber que un festival abre su compás pero su programación decide qué clase de trabajos escénicos le fortalecen o no. Segundo, los grupos jóvenes con menos de 5 años de trayectoria, las propuestas que son producto de talleres montaje o de egreso de universidades o talleres, deberían tener un espacio en particular así se evita mezclar lo profesional de lo que irrumpe sin los elementos mínimos que el público debe cotejar. Tercero, la planificación de los horarios debe suponer un tiempo de duración de cada montaje a fin que el público si decide ver dos o más obras en una jornada, pueda contar no solo con el tiempo de espectar tranquilo el trabajo artístico sino posibilitar lo que supone el traslado a otra sala. Cuarto, la programación infantil debe tener dos o tres salas fijas y horarios especiales; esto aparte del eje creado en la zona del Parque Los Caobos que, desde todo punto de vista, fue muy asertivo para sumar distintas visuales y una dinámica fluida.

Primera lectura. La Tía Chucha. Producida por Vaya al Teatro, la excelente actriz y comediante, Tania Sarabia fue un suceso en el Teatro Principal. Bajo la dirección de Vladimir Vera, se edificó un exultante monólogo donde el tema de la vejez estaba en su centro polar. Con esa espontaneidad que la ha caracterizado por años en las tablas venezolanas, con su soltura y desparpajo histriónico colocó frases, silencios, posturas, insinuaciones y acciones para dibujar un recorrido de una forma de asumir las cosas de la vida, que hizo que hubiese una inmediata sintonía con la platea. Hace tiempo que no veía a Tania que no fuese Tania. Esta vez, agarró el mango del personaje y se sumergió dentro de él y fue, sencillamente, delicioso.

Segunda lectura. Dos amores y un bicho. Del dramaturgo Gustavo Ott, esta obra fue escenificada en la Sala “Anna Julia Rojas” bajo la inteligente puesta de Consuelo Trum para el grupo Repico. Un tema contundente que hala sobre la intolerancia, el odio cotidiano y el absurdo de la incomprensión violenta en estos tiempos, un argumento fragmentado pero que colocó al espectador ahí, atento y tenso, con los ojos fijos en sentido de significación logrado por la síntesis de la plantilla histriónica conformada por Adolfo Nittoli, Milling Cabello y Karolains Rodríguez cuya imbricación la califico de efectiva, en espacio nada desaprovechado, el empleo diestro de lo lumínico y los efectos visuales para armar un lenguaje de significación complementaria hizo que este trabajo fuese una de las mejores opciones del FIT-2014.

Tercera lectura. Fresa y Chocolate. Propuesta exhibida en el Teatro Principal a casa llena por el Grupo Actoral 80 y sabia dirección de Héctor Manrique para el texto de Senel Paz, hizo que la historia del joven comunista y el abierto homosexual fuese un canto a la capacidad de la tolerancia y la amistad en tiempos de opresión. Dos actuaciones muy firmes las dadas tanto por Daniel Rodríguez, Juan Vicente Pérez y Wahid Hadaya para construir un argumento, una situación y un momento de dramatismo que hizo que toda el teatro vibrará sin posturas, sin falsedades y con claro reconocimiento a un hecho artístico de peso. Magnífico espectáculo que habló de forma transparente de cómo desde la escena se puede decir cosas al país nacional sin que unos u otros, sientan que lo ideológico les separa. Para eso está el teatro con su propia verdad y esta debe tejer entre el espectador y el espectáculo una conexión reflexiva a tono con el tiempo que el país vive.

El tesoro de Rosalía.(Teatro para niños y niñas)


Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
@avencrit

 
Esta 3era edición del Festival de teatro de Caracas, “Nos estamos viendo”, incluye de una manera generosa el teatro hecho para niñas y niños, así como, los títeres que también tiene una amplia representación en esta vitrina teatral; dentro de esa grande variedad de espectáculos, se presentó el grupo La brecha del estado Monagas el día sábado 19 de abril de 2014 que nos trajo la pieza El tesoro de Rosalía escrita por Rossana Veracierta y Martín Brassesco , obra que nos cuenta la historia de cómo cuatro jóvenes de unos 14 años (lo intuyo por el mismo texto, sin embargo, no está muy claro) rescatan la casa de Rosalía de ser demolida después de que ésta a manera de fantasma, ya que está muerta, le pide ayuda a uno de ellos (Felipe) a través de un sueño.

La puesta en escena de Milvi Guevara fue limpia, cuidadosa, visualmente muy atractiva, sin embargo, el ritmo de la dinámica dramática fue lento  para ser teatro para niños y jóvenes porque no permite una identificación con la energía propia de esa edad. Hubo momentos muy activos, tal es el caso de las escenas entre los personajes de Tato y Amanda quienes logran atrapar en muchos  momentos la atención del público infantil  asistente a  la nueva sala Antonieta Colón del Complejo cultural Parque Central, lugar de representación de este montaje. El vestuario fue muy bien confeccionado, sólo sugiero que se revise el vestuario de los varones para que sean un poco más originales y no sea sólo una reproducción de las series televisadas norteamericanas. El juego de los vitrales fue un gran acierto para la recreación de los distintos ambientes. Otros aciertos fueron la coreografía y la música.

El tesoro de Rosalía es un texto con muy buena intención en el mensaje de mantener las tradiciones y conservar el pasado como referencia para la construcción de un mundo mejor, la estructura dramática del viaje, en donde los personajes pasan por distintos episodios para conseguir su objetivo, debería permitir un ritmo dinámico, pero no fue así, tal vez, por los diálogos que son crípticos y no establecen vasos vinculantes con el que los oye.

Aplaudo a Fundarte por traer a este Festival agrupaciones de otros estados del país dedicados al teatro infantil porque nos permite compartir las distintas perspectivas que se tiene acerca de la infancia.  

sábado, 19 de abril de 2014

Madame de Sade

Por Walter De Andrade
@deandradewal
@avencrit


Los acordes roncos y eléctricos de “Sweet dreams” del andrógino rockstar Marilyn Manson y el pecho desnudo de tres púberes enmascaradas en movimientos provocadores, son el preámbulo y la marca de lo que se vendrá en el escenario: desde una estética industrial, desgarrada, se versará sobre la perversión, los límites, y  la moral social.

“Madame de Sade”, del japonés Yukio Mishima (Tokyo, 1925-1970), en versión y dirección de Vladimir Vera con la producción del grupo Rajatabla, es una mirada a las lujuriosas y libérrimas concepciones del afamado  Marqués de Sade, desde la perspectiva de seis mujeres que le adversaron y amaron, que sucumbieron a la inaceptable decisión del aristócrata de confrontar sin tapujos la moral púdica y sosa de su época.  

La pieza, luego de su sonada temporada de estreno el pasado mes de marzo en la Sala Rajatabla, llegó al elegantemente remozado Teatro Bolívar para desnudar pasiones y prejuicios a través de la presencia inevitable de Donatien Alphonse François de Sade (1740-1814), quién no solo con su conducta desinhibida, sino también con su literatura, ilustró la oscuridad y los alcances del deseo y la perversión humanos; lo que le valió la prisión acusado de conducta impropia y perturbador de la moral. Durante los años de encierro del marqués, su esposa le aguarda con dedicación y fidelidad, pero precisamente cuando es liberado, en medio de los tumultos revolucionarios de la Francia de 1790, ésta lo abandona y se recluye en un convento.

Es esta contrariedad la que llevó al autor japonés a indagar en los posibles motivos que empujaron a René de Sade a tomar tal determinación. Publicada en 1965, esta ficción histórica narra, en plenos acontecimientos de la Revolución Francesa,  las circunstancias que llevaron al encarcelamiento de Alphonse, los esfuerzos de su entorno para liberarlo y de su suegra para mantenerlo preso, y su relación con seis mujeres, únicos personajes de la obra, quienes desde sus distintos puntos de vista arman el rompecabezas total del personaje del marqués, que aunque ausente en la trama, afirma su presencia constante con la influencia innegable que ejerce sobre cada una de ellas. Y en esos diálogos, en esas líneas, el autor habla también del espíritu humano, la libertad individual, el amor, la felicidad, y la hipocresía moralista de una sociedad  que está sucumbiendo ventanas afuera bajo el filo de la guillotina.

Vera propone, como es su costumbre, una puesta en escena que busca la polémica, que martilla la pacatería. Vestuario anacrónico de tendencia punk, una iluminación bien distribuida;  un escenario enrejado como metáfora a las prisiones que pueden ser personales, sociales, morales, espirituales, lúdicas; delimitan el espacio en el que la primera actriz Francis Rueda luce correctísima en su Madame de Montreuil –madre de René-; y Fedora Feites asertiva en el papel de la decidida esposa. Candice Wilcox, Adriana Bustamante, Rosangela Ingallina, Eliana Terán, Deborah De Freitas y Grazziella Mazzone, completan -con altibajos- el elenco de este  conveniente atrevimiento escénico. ¡Nos seguimos viendo!

Fresa y chocolate


Por Walter De Andrade
@deandradewal
@avencrit


En 1990  recibió el Premio Juan Rulfo por su cuento “El lobo, el bosque y el hombre nuevo”. Cuatro años más tarde, este relato, convertido en película bajo el título “Fresa y Chocolate” se alzó con el Premio Especial del Jurado en el Festival de Berlín, luego de haber arrasado con ocho premios en el Festival de La Habana durante su estreno un año antes. Ahora, la adaptación teatral escrita por el mismo autor llega al escenario del Teatro Municipal, para dos funciones el 17 y 18 de abril, en el marco del Festival de Teatro de Caracas 2014, bajo la egida del Grupo Actoral 80 y la dirección general de Héctor Manrique. “Fresa y Chocolate”, original del cubano Senel Paz (1950), es un texto que pone de manifiesto la amistad entre dos seres en apariencia dicotómicos: David, estudiante,  militante del partido comunista, defensor y confeso “materialista-dialéctico”; y Diego, homosexual, literato, religioso y segregado por las exigencias morales de la revolución cubana.

En la heladería Coppelia, célebre lugar de la capital isleña, se da el primer encuentro entre los dos personajes. David, de primeras, exhibe su carácter machista, colindante con  la homofobia. Vocifera su ideología y apologiza las bondades de la revolución. Diego, por su parte,  lanza como carnada algunos libros prohibidos que llaman la atención del universitario, y una invitación a su casa para conocer el resto de su intrigante biblioteca. A partir de ahí, se inicia y consolida una impensada amistad que va a socavar paulatinamente ideas doctrinarias y prejuicios,  en una historia que pugna por la preeminencia de la  tolerancia.

Senel Paz, nacido  bajo el manto de la revolución iniciada por el comandante Castro en 1959, plantea en sus personajes dos caracteres bien definidos y el choque de las mal concebidas ideas doctrinarias frente a la libertad individual, la convivencia, y la igualdad con aceptación. La conciencia política de David no deja de estar comprometida, pero evoluciona hacia la apertura, la autocrítica, la verdad humana, que va más allá de imposiciones ideológicas. Diego decide abandonar su país,  ha perdido fe en el sistema a medida que éste lo segrega. “La revolución no acepta hombre débiles, ni maricones” predica el tercer personaje de la obra: un funcionario casi omnipresente, sombra garante del Estado, que deambula en los espacios vitales de ambos, interviene, evalúa, juzga, impone dogmas y conductas. La puesta en escena de Manrique enfatiza, al igual que el texto, la evolución del personaje de  David: el respeto al otro es fundamento de la convivencia. En un drama de corte realista, balanceado con humor, el director aprovecha para establecer las coincidencias, que a su modo ver, se dan con nuestra realidad. Las reacciones del público, aplaudiendo frases y momentos específicos, conteniendo la respiración en otros, riendo; dio cuenta de su conjunción con la historia. Los largos aplausos finales a las logradas interpretaciones de  Daniel Rodríguez, Juan Vicente Pérez y Wadith Hadaya ilustraron la satisfacción dejada en las butacas y en las conciencias.

Fresa y chocolate


Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
@avencrit


Se presentó este jueves 17 de abril de 2014 en el Teatro Municipal  con un lleno total durante la 3era. Edición del Festival de teatro de Caracas “Nos estamos viendo” la nueva producción del Grupo actoral 80 Fresa y chocolate una adaptación para teatro del cuento El bosque, el lobo y el hombre nuevo del cubano Senel Paz (1950) dirigida por Héctor Manrique con las actuaciones de Juan Vicente Pérez, Daniel Rodríguez y Wadih Hadaya. La producción está a cargo de Carolina Rincón.

El relato de El bosque, el lobo y el hombre nuevo nos cuenta la historia de una amistad entre dos personas completamente distintas; Diego, homosexual de unos treinta años, culto, católico y que conocía bien la cultura cubana antes de la Revolución y David, joven revolucionario que cree en las bondades del régimen político cubano castrista, pero que, luego de entablar una amistad con Diego, empieza a cuestionar sus creencias ideológicas.

En este montaje en tono de comedia casi de parodia , elemento que a mi parecer, resta importancia al contenido narratológico de la historia, hace énfasis en las caracterizaciones de los personajes bastantes clichés , desde mi perspectiva, lo que hace que se refuerce la imagen del homosexual amanerado y escandaloso , en el caso de Diego,   al que se nos ha acostumbrado a ver a través de visionados del cine y Tv; y muy  a pesar de que los parlamentos  poseen una profundidad de reflexión, ésta se pierde por lo caricaturesco del personaje; igualmente  sucede con David que la profundidad de la visión que tiene éste de la Revolución cubana se diluye, tal vez, por la imposición de una perspectiva personalista juiciosa acerca de la política del sistema cubano desde la concepción de la puesta en escena, pareciera, más bien, que el texto es un pretexto para decir lo que pienso acerca del régimen castrista,  tanto es así que vemos al personaje de Miguel, amigo de David, como una caricatura de Fidel Castro.

Fresa y chocolate es un montaje bastante tendencioso, válido por supuesto, pero que considero alejado del valioso contenido reflexivo del relato original.

 

jueves, 17 de abril de 2014

Vidas atormentadas en el Municipal

En esta tercera edición del Festival de Teatro de Caracas, hay una particularidad y es que en el mismo escenario, en distintas fechas, coincidirán dos espectáculos que giran en torno a biografías de mujeres que han transformado a la humanidad con sus artes, por un lado la célebre estrella de Hollywood Bette Davis (encarnada por Luis Fernández) en Todo sobre Bette y por el otro la legendaria pintora mexicana Frida Kahlo (interpretada por Prakriti Maduro) con la pieza Frida Kahlo, ¡Viva la vida!
Todo sobre Bette


Resume la vida de la actriz Bette Davis, inspirada en la biografía que escribiera su hija y transformada en pieza teatral por la dramaturga norteamericana Camilla Carr. Dirigida y protagonizada por Luis Fernández, este monólogo llama la atención por su extraordinaria dramaturgia. Lo más complejo del género es lograr que el personaje “accione” con la palabra y que narre pero con acción y no sólo “eche el cuento”. En el caso de Todo sobre Bette, esta premisa se logra a cabalidad, aunado a una limpia y correcta puesta en escena de Fernández quien corona su espectáculo con una desgarradora, convincente y fascinante interpretación. La estética cinematográfica está presente en la totalidad del montaje, reforzado por la potente atmósfera creada por José Jiménez en la iluminación. Todos los elementos se conjugan para entregarle al público caraqueño un espectáculo cuidado, limpio y redondo que impacta por su realización bien orquestada, y logra conmover al espectador. Sentimos que con esta performance, Fernández se apunta un peldaño más en su ascendente madurez como intérprete.

El pincel de la angustia

El próximo 23 y 24 de abril, el mismo escenario dará albergue a la historia de la pintora más famosa de México, aquella que vivió signada por la tragedia y el dolor para volcarlo en el lienzo. Frida Kahlo ¡Viva la vida! Es el monólogo escrito por Humberto Robles que cumple temporada actualmente en la Sala Plural del Trasnocho Cultural y formará parte de esta fiesta teatral caraqueña.
Dirigido por Juan José Martín y protagonizado por Prakriti Maduro, este monólogo fascina por las imágenes que se logran a partir de la puesta en escena y la interpretación, apoyados al universo pictórico y la rica imaginería de las tradiciones mexicanas. A diferencia de Todo sobre Bette, la vida de Frida en cuanto a dramaturgia ofrece mucho más narración, trabajo titánico que supone a la actriz para “hacer con la palabra” tarea que Maduro logra sortear con éxito. Envueltos en la dirección de arte del cineasta Diego Rízquez, la producción impecable de Yehilyn Rodríguez, logra conectar al espectador con el hilo conductor de todo el drama: el dolor y la muerte que rondaron a la artista durante su corta existencia.
Dos vidas, dos mujeres, dos artistas entregadas a sus pasiones, en dos monólogos que no pueden pasar por alto ya que son muestra que el teatro venezolano está dando señales de intensa recuperación para revivir a una nueva época de oro.
Luis Alberto Rosas
@rosasla
17/04/2014



Bette Davis en el Festival de Caracas


Luis Fernández travestido como la legendaria Bette Davis
Por Edgar Moreno Uribe
@eamorenouribe
@Avencrit

El actor y  director Luis Fernández no sufre de ataques de pánico ni rabietas cuando no alcanza lo ambicionado, aunque tales crisis controladas o dosificadas es lo que recomiendan los terapeutas para evitar infartos y otras dolencias. Logró superar la humana molestia que le sucedió con el unipersonal Todo sobre Bette,  el cual había montado prolijamente para la actriz Carlota Sosa. Ella después de estrenarlo y medirlo ante el público del teatro Trasnocho, decidió no seguir con tan difícil personaje.  Dejó el personaje y el proyecto culminó.¡Sobran los comentarios y las opiniones!

Luis Fernández sopesó el hamletiano qué hacer. Y de ahí salió la decisión de remontarlo, llevarlo al Festival Iberoamericano de Bogotá y después mostrarlo en el Festival de Teatro de Caracas. No le fue fácil al actor encarnar el rol femenino pero se lo impuso como reto y ahora dirigido por Mimi Lazo, ha demostrado que si podía y para su satisfacción hará más temporadas. Materializa a Bette, apuntalado por un habilidoso montaje cuya atmosfera siniestra la ubica en el  infierno para contar como vivió y amó, en medio de sus frustraciones existenciales.

 Todo sobre Bette fue escrita por Camilla Carr (Texas, USA, 1942), pero antes en la temporada londinense de 2012 se le estrenó como  All About Bette: An Interlude With Bette Davis durante  la temporada teatral londinense de 2012. Luis y Mimi lo tradujeron para la producción con Carlota Sosa y así lo hicieron conocer como homenaje a Bette Davis (USA, 1908/Francia, 1980), quien cambió la historia del cine con sus luchas por la profesión, por ser de la saga de quienes no se conforman, quienes cambian las reglas y redefinen el futuro de la humanidad.

Bette Davis (Ruth Elizabeth Davis), ahora encarnada por Luis,  irrumpe en un set de filmación desierto. No sabe muy bien qué hace allí, quiénes la observan o qué es lo que se espera de ella. Sin embargo, como a lo largo de toda su vida, ella está dispuesta a darlo todo, por el público, dice ella, pero con la esperanza de que su hija se encuentre entre los presentes. Hace años que no hablan, a raíz del libro de memorias que publicara la joven y en el que la sataniza como madre. Pero si bien Bette guarda y cultiva sus resentimientos contra los hombres y el star system de la MGM, espera sin reproches que su hija perdone lo que deba perdonarle y vuelva a ella. Un lado frágil y desconocido de ella que apenas se atreve a exponer aquí, no sabe ella muy bien por qué. La razón de esta sombría reunión entre la diva y el público anónimo es la clave de todo, pero es algo que ni ella misma sabrá hasta que ya es demasiado tarde. Un recorrido cáustico y deliciosamente cruel por la carrera de una mujer que nunca se doblegó en un negocio regido por hombres desalmados.

Las posteriores funciones permitirán ajustes del ritmo, porque ya tiene a tan complejo personaje, que, por gustos del artista, entra en contacto visual y verbal con la audiencia.

lunes, 14 de abril de 2014

LECTURAS DEL FTC-2014 (1)

Por Carlos Herrera
@cehs1957
@avencrit


La fiesta del teatro venezolano arrancó el pasado viernes 11 de abril en el imponente recinto del Teatro “Simón Bolívar” del centro de Caracas. El Festival de Teatro de Caracas en su tercera edición organizado por la Alcaldía del Municipio Libertador y el Gobierno del Distrito Capital a través de Fundarte y con el apoyo de diversos entes culturales y financieros del estado bolivariano ha copado con más de 160 montajes en 26 salas y una extensa programación infantil, de títeres, de calle y académicas entre otras está generando en los habitantes de esta urbe, esa sensación de que el arte en su más amplia manifestación es capaz de proporcionarle a todos, no solo de asombro sino de experiencias inéditas. Bajo el lema de “Nos estamos viendo” hay que saberse diversificar ante el reto que supone asistir a tan diversas opciones. He acá que de lo apenas visto en dos días, de contacto con lo programado, dejar a usted amigo lector de sintéticas lecturas de ello.

Primera lectura: El Coronel no tiene quien le escriba. Montaje icónico del grupo Rajatabla, fue retomado por la dirección de José Domínguez apelando a una compacta puesta en escena en Teatro Bolívar. Teatro que podría calificar de “museo” pero pleno de lo que fue los elementos constitutivos de la rúbrica creadora del homenajeado por el FTC-2014, el director argentino venezolano, Carlos Giménez (1946-1993). Trabajo sintético, explícito de una forma de concebir el hecho escénico donde las formas y el contenido sigue apuntando a la gran reflexión sobre la tragedia del hombre latinoamericano desde una metáfora plástica y una perspectiva dialéctico conceptual sobre la historia, el poder y la desilusión quedaron una vez más reflejadas con un trabajo teatral que se elevó con su propia majestad para que el espectador del s. XXI pueda re leer otras aristas, otros significantes de una de los montajes claves de lo que fue el periodo de oro de quien fuese un soberbio esteta escénico como lo fue Giménez. Ahora, con la compactación de aquel añorado montaje se expuso una correcta aproximación tomándose los mismos elementos que eran fundamentales para la plástica que demandaba este espectáculo: la lluvia, las láminas de zinc, el gallo, la tierra o una iluminación capaz de condensar la atmósfera de tiempo detenido. La respuesta del conjunto actoral pudo haber sido más profunda y comprometida pero mostró debilidades que, seguro podrán ser enmendadas con el pasar de otras funciones. Con todo, este remake tiene calidad, fuerza y contundencia y ello habla bien del teatro que la Fundación Rajatabla aun saber ofrecer en materia de teatro de arte.

Segunda lectura: Carmen. Espectáculo lírico circense exhibido en el Teatro Municipal del Caracas donde confluyó segmentos de la archiconocida ópera de George Bizet en un experimento escénico que unió las exigencias técnicas del universo de la carpa (telas, malabares, juegos, equilibrio, masas y otros) derivado del callado trabajo de la Compañía Nacional de Circo cuya conducción estuvo a cargo de Niky García y Jericó Montilla en unión de la acción musical de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas bajo la batuta de Rodolfo Saglimbeni. Las intervenciones de los líricos Giovanna Sportelli (Soprano), Katiuska Rodríguez (Mezzosoprano) y Blas Hernández (Barítono) y el violín solista, Joel Mujica articularon una propuesta que se puede calificar de inusual, extraña y arriesgada porque combinar aspectos tan disímiles en un formato tan exigente como lo puede ser por separado la ópera o el circo, permitió que el público o lo aplaudiese, se sorprendiese o quedase extrañamente alterado. Una sola cosa desde mi opinión, hay que extraer los elementos panfletarios porque resta brillo a la búsqueda que se pretenda ofrecer. Se desea arte y no propaganda. Debería ser un espectáculo neutro sin entrar en choque con su tenga base ideológica; el público lo sabe leer.

 

   

Tania se ganó el Principal

Foto cortesía de Nicola Rocco
Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
@Avencrit



Dentro de la 3era. Edición del Festival de teatro de Caracas se presentó el unipersonal La tía Chucha interpretada por la actriz Tania Sarabia quien será galardonada este año junto con el veterano actor Carlos Márquez con el premio especial que otorga la Asociación venezolana de crítica teatral Avencrit; este monólogo, extensión dramática del personaje de la pieza Que me llamen loca de Fausto Verdial fue dirigida por Vladimir Vera, es una (re)creación de una mujer vieja que nos cuenta las vicisitudes que pasan las personas cuando se llega a una edad avanzada. La producción general es de Jorgita Rodríguez para Vaya al teatro.


La pieza se presentó los días 12 y 13 de abril de 2014 en el bellísimo teatro Principal estilo Art decó de la Plaza Bolívar de Caracas con un lleno total de butacas y con gente esperando afuera con la esperanza de entrar a verla, pero que, lamentablemente, por la capacidad física del recinto no pudieron hacerlo, y, enseguida, me doy cuenta las razones por las cuales el público abarrotó el aforo; la señora Tania Sarabia nos hizo reír durante una hora que dura el espectáculo.


El personaje enfáticamente característico de una identidad venezolana hace que nos reconozcamos en él, sus maneras, su decir, su gestualidad y su contenido discursivo permite establecer lazos identitarios con ella; esa jocosidad tan peculiar del venezolano y que nos distingue de otras culturas es el sello de La tía Chucha, quien poco a poco se fue ganando al público asistente y que al final de la presentación explotó con un merecido y apasionado  aplauso.


El carisma de Tania Sarabia llena el espacio y nos hace transitar por una infinidad de elementos humorísticos propios de la venezolanía, aquella gracia en el lenguaje, esa competencia lingüística que nos hace sobresalir en tantos espacios está presente en el monólogo, la cual es acentuada por la improvisación de Sarabia que es una licencia que sólo una actriz experimentada, como ella, puede hacer.


Vayan mis agradecimientos a la producción de este trabajo por regalarnos una hora de humor a los habitantes de Caracas que tanta falta nos hace en estos momentos.

Se inaugura el Teatro Bolívar.

Francisco Salazar es el Coronel/Cortesía de El Correo del Orinoco

Por Bruno Mateo
@bruno_mateo
@avencrit


El pasado viernes 11 de abril de 2014 la historia venezolana recuerda un episodio que manchó la democracia del país como lo fue el Golpe de Estado perpetrado al entonces Presidente de la República Hugo Chávez quien fuera restituido dos días después por el pueblo que lo eligió en las elecciones, esa emblemática fecha fue la escogida para inaugurar la 3era. Edición del Festival de teatro de Caracas y con éste al Teatro Bolívar, antiguo cine Rialto en plena Plaza Bolívar de la Capital, el Festival se abre con la pieza El coronel no tiene quien le escriba del nobel de literatura Gabriel García Márquez en adaptación de Carlos Giménez para el Grupo Rajatabla a manera de homenaje a este Director y promotor teatral argentino radicado en el país y que tuviera una labor muy importante en el teatro venezolano.

El coronel no tiene quien le escriba es una (re)creación de la puesta en escena de Carlos Giménez dirigida  por José Domínguez, de los actores originales está la dama de la actuación Aura Rivas, el coronel es interpretado, esta vez, por Francisco “Pancho” Salazar, lo acompañan Gonzalo Velutini como el Doctor,  Marco Alcalá es el empleado del correo, Jhonny Torres el abogado tramposo del Coronel, José Sánchez que representa al  compadre Sabas y Loly Sánchez como la mujer del compadre Sabas.

El Evento de inauguración contó con la presencia del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro y de su compañera la ciudadana Cilia Flores, también en el acto estuvieron el alcalde del municipio Libertador Jorge Rodríguez, la Jefa de Gobierno del Dtto. Capital Jackeline Farías, además del viceministro de cultura, representantes de algunas embajadas acreditadas en el país, el Presidente de Fundarte Freddy Náñez y personalidades del mundo de las artes escénicas quienes son los baluartes de esta magnífica fiesta teatral que estará desde el 12 hasta el 27 de abril de 2014  en 26 salas de teatro en Caracas.

 

domingo, 13 de abril de 2014

Dos amores intentan amar a un bicho

Sin duda alguna Gustavo Ott se ha convertido en nuestro más aventajado  dramaturgo-cronista. Como ya nos tiene acostumbrados toma las anécdotas de los sucesos de la realidad, reflejados en la prensa y los convierte en poesía teatral, para hablarnos de nosotros. El Grupo REPICO, liderado por Consuelo Trum llevó a escena, en la sala Anna Julia Rojas de Unearte, en el marco de este tercer festival, su obra teatral Dos amores y un bicho, escrita a comienzos de los dos mil y en donde el autor realiza un contundente y hermoso tratado acerca de la homofobia.
Un hombre ha asesinado a su perro ya que el can tenía prácticas homosexuales con otro perro, luego de quince años de ocurrido el suceso, éste vuelve a relucir en una visita que padre y madre hacen a su hija en el zoológico de la ciudad donde la misma trabaja. Y comienza a desencadenar todo tipo de conflictos, verdades y razones, que llevarán al límite a los personajes.
Esa es la anécdota que Gusta Ott nos cuenta en una obra con una dificultad mayor al ser escenificada, pues  hay mucho de información necesaria, de “echar el cuento” de lo que les sucedió en el pasado a estos personajes. Este recurso se hace más complejo a la hora de resolverlo en escena, pues el teatro es acción, los personajes hacen, no narran lo que hacen y Consuelo Trum, hábilmente, logra resolver  en una puesta en escena minimalista el hacer y decir de los personajes.
Karolins Rodríguez (Madre); Adolfo Nittoli (Padre) y Miling Cabello (Hija) son los protagonistas de este drama de humor negro en donde nos enfrentamos a los lados más oscuros del ser humano y ver hasta dónde son capaces de llegar cuando la intolerancia maneja sus vidas. Rodríguez como la madre, estructura un carácter contenido, que poco a poco se va desmoronando hasta lograr estallar y repeler al monstruo que tiene al lado como esposo; su ejecución es limpia y sobria con contundencia en el decir. Nittoli dibuja un padre aterrador, que justifica sus conductas bajo ataques de pánico y resulta siendo un peligro, un asesino, su performance, logra hacer que podamos detestar al personaje, es el objetivo. Por su parte Miling Cabello, da rienda suelta a su talento innegable y construye una hija que en buscas de respuestas se confronta consigo misma, logrando conmover al espectador.

En definitiva una sobria y cuidada puesta en escena, que demuestra la veteranía de Consuelo Trum como una de nuestras mejores directoras actuales, al igual que una estética de iluminación impecable de Lina Olmos, que marca la atmósfera del drama, aunado a unas aplomadas y bien resueltas interpretaciones, hacen de Dos amores y un bicho de REPICO una extraordinaria muestra de nuestro teatro venezolano con calidad de exportación. 
@rosasla