El Teatro
Estable de Muñecos Tempo, trajo como equipaje a esta II edición del festival de
Teatro de Caracas, una pieza de teatro histórico denominada: La colección del peregrino, tragedia sórdida en ocho partes obra
original de Daniel Di Mauro que narra las vicisitudes del Tirano Aguirre en
suelo americano.
Protagonizada
por el primer actor Aníbal Grunn y dirigida por Carlos Arroyo, el espectáculo
muestra en hora y media los últimos días de la vida de este colonizador español
y el tránsito de su venganza en contra del rey. Según la historia, Lope de
Aguirre representaría el primer grito de desconocimiento de la corona al
separarse de las filas españolas y querer por todos los medios asesinar al rey
y colocarlo en la macabra colección de cabezas que iba agrupando a medida que
transitaba por los pueblos americanos. “Lope de Aguirre, natural de
España, llega a América a mediados del siglo XVI, dispuesto a conquistar un
“Nuevo Mundo” en nombre del Rey y la Corona. Al poco tiempo decide entrar al negocio
de la venta de plata, razón por la cual es acusado de violación a las leyes de
encomiendas y sentenciado a cien latigazos en plaza pública. Este
acontecimiento trastorna la mente de Lope y decide vengarse del juez que lo sentenció,
asesinándolo. Es condenado a muerte y se convierte así en un peregrino que
huye”
(Tomado del programa de mano de la obra)
La
lectura escénica de Carlos Arroyo concreta un espectáculo de alta factura
estética y teatral, se concentra en su protagonista y no es defraudado por su
actor Aníbal Grunn, quien construye un complejo personaje oscuro, psicópata que
raya en la demencia por su sed de venganza, demostrándonos una vez más por qué
es calificado como uno de nuestros primeros actores. El resto del elenco lo
acompaña y logran amalgamarse en actuaciones convincentes en las que destaca Karelis
Zalazar como Elvira, hija del tirano y también asesinada por éste.
La
armonía de elementos estéticos es la otra gran protagonista de esta pieza,
gracias al diseño de vestuario, utilería y escenográfico de Rafael Sequera y la
iluminación de Kelynson Berríos, se logra una particular atmósfera que
nos traslada a las aventuras del legendario tirano. Quizás el acierto de la
dirección llega a su cúspide al combinar las actuaciones con los muñecos y
títeres (esencia de esta agrupación fundada por el Maestro Eduardo Di Mauro)
pero que al enfrentarse a una puesta de teatro histórico como ésta, aporta
dinamismo y síntesis a la historia.
En
síntesis lo que se podría suponer como un teatro aburrido y falto de interés
por su carácter histórico, se constituye en un poético e impactante espectáculo
que cuenta la tragedia de un personaje olvidado por su crueldad, pero que con
este texto logra ser reivindicado al presentarnos al Lope de Aguirre de carne y
hueso con sus razones y padecimientos y sus obsesiones.
L. A. R.
@rosasla
Caracas, 25/02/2013
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