miércoles, 6 de agosto de 2014

Una crítica del idealismo democrático

Por Joaquín Lugo
@joaquinlugo
@avencrit


En la Sala Rajatabla, la agrupación Escena de Caracas presenta Contra la democracia, texto del catalán Esteve Soler, producción artística de Karla Fermín y dirección de Juan José Martín.

A lo largo de siete escenas, Soler se propone demostrar si efectivamente la democracia es el “gobierno del pueblo”. Para ello, pone en escena a personajes comunes y otros no tan comunes, es decir, verdaderamente gente del pueblo, ciudadanos en situaciones que le sirven para criticar los pilares del considerado “mejor sistema de gobierno”: las elecciones, la libertad de pensamiento y de culto, la economía, la familia y el manejo del poder. La ironía, el absurdo, la sátira y el humor negro están presentes en el texto.

La puesta en escena se dispuso a aprovechar el estilo surrealista y aparentemente ilógico del texto para proponer una estética expresionista. Esta apropiada orientación de la dirección refleja los contenidos subyacentes de la dramaturgia y permite que la representación tenga consistencia de principio a fin. Las situaciones se desarrollan en un vaivén constante entre la tensión y relajación con las pausas necesarias que, en conjunto, buscan transmitir la premisa de cada una.

El diseño escenográfico de Héctor Becerra plantea un espacio único con dos entradas, una inferior y otra superior, una escalera lateral y varios compartimientos en los lados del escenario. Esta ambientación es empleada en todas sus posibilidades para desarrollar las escenas. La propuesta de vestuario de Nadeschda Makagonow logra de forma acertada proyectar el símbolo que representan los personajes en cada situación, acompañados de la atinada realización de objetos y efectos de Oscar Salomón. Mención aparte merece la selección musical de Fer Garantón y el mismo director que sirve de ilación entre cada sección del montaje y adquiere protagonismo en la escena final. Cada melodía escogida se acopla a las circunstancias que aparecen en escena.

La labor interpretativa es realizada de forma destacada por Nadeschda Makagonow, Delbis Cardona y Rafael Gil. El trío de actores asume todos los roles del compendio de escenas. Los tres muestran intensidad, sutileza, un correcto manejo de las intenciones, de la expresividad corporal y, en especial, veracidad a lo largo de los personajes que interpretan.

Nuevamente, Escena de Caracas lleva a escena un texto comprometido y que invita al espectador a dejar de lado la pasividad desde su butaca. Nuestra forma de pensar y de interpretar la realidad es una de los aspectos que no debemos traicionar, sobre todo, si los ideales democráticos no son realmente lo que dicen ser.

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