domingo, 7 de junio de 2015

¡TODOS QUEREMOS UN PEDACITO DE PAZ, DONDE SEA!


Por Carlos Herrera
@cehs1957
@avencrit


Una de las cosas que el teatro venezolano manifiesta, es contar con una juventud talentosa, que se está formando y que, a pesar de las consabidas dificultades del tiempo actual, es que ha buscado aglutinarse dentro de proyectos y acciones de forma decidida ante los incrédulos: ¡Aquí estamos!. Lo afirmo, por un ejemplos que van, desde el talento emergente que aflora desde La Caja de Fósforos, por grupos que se están proyectando en festivales como CREAJOVEN o, FESTEA hasta esa insistencia por consolidar colectivos que tengan su nicho de proyección sea bien en la  Gran Caracas o, en y hacia las regiones desde hace más o menos, una década.

Una de esas figuras y uno de esos grupos que han ido calando en su hacer son, por una parte, el dramaturgo, Jorge Cogollo. Por otra, los Jóvenes Actores para Caracas (JACCS) bajo el liderazgo del también dramaturgo y director, Jan Thomas Mora Rujano como de su productor, Elmer Pinto. Esta tríada logró converger hace unos días en los espacios de la Sala “José Ignacio Cabrujas” del Centro Cultural Chacao para mostrar al público, la obra de Cogollo, Un pedacito de paz en el baño (2009), propuesta de tono juvenil que explora el tema de la resignación y emana una reflexión sobre el poder ante el ominoso embate de la guerra.

Montaje discreto, sencillo, eficaz que buscó concretar sin exageraciones efectistas y sin ampulosidades desde la puesta en escena, un trabajo escénico donde el foco estuviese centrado en la fuerza del texto y la construcción de personajes que se tratan de hacer sintonía con los asistentes. No siendo un trabajo demasiado osado en lo experimental todavía pudo ser decantado dentro de esa lúdico infantil pero a la vez opresiva atmósfera que trataban de sortear los personajes. Estos, personificados por Nuvia González con mucha desparpajo escénico, Gabriel Sulbarán algo rígido pero con buena intención de trabajar su desempeño y Barbará Rodríguez con apego a lo estaba delimitado a su papel, crearon con buen ánimo, esa decidida afirmación que, trabajando se hace que las cosas sean como deben de ser. Con la dirección de arte y fotografía de Yoelia N. Mora y la dirección técnica de Daniel García, el grupo JACCS, tiene muchas cosas por decirle al segmento juvenil  de esta ciudad.

Como cierre, diré que el ascenso de Jorge Cogollo (Caracas, 1986) es innegable. ¡Llegará lejos! Le conocemos textos como: Circo ausente (2008), Ningún Lugar (2011) o, Más allá del muro (2014). Tras una breve charla a través de una red social, me expresó parte de sus inquietudes - desde la ciudad de Buenos Aires donde realiza una Maestría en Dramaturgia – expresándome que: “Me interesa el hombre frente al fantasma del sistema, cómo este se mira en un mundo estructurado de leyes, como su vida está siguiendo un destino marcado por un poder invisible, que se esconde, que nos divide, que nos engaña. Me interesa ir levantando las capas o imaginar quién está detrás de ese poder invisible”.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario