sábado, 12 de diciembre de 2015

Toallas sanitarias caseras

El trío de comediantes venezolanos encarnando a personajes de la India
Por Edgar Moreno Uribe
@eamorenouribe
@avencrit

Aura Rivas, Citlalli Godoy y Rafael Gil, bajo la dirección del autor Elio Palencia (Maracay, 1963), crearon convincentemente  el aleccionador espectáculo  Aru, amador de las mujeres, inspirado en un hecho acaecido en una modesta población del sur de La India, un país de milenarias culturas, con 1249 millones de habitantes en 3, 3 millones de kilómetros cuadrados, y además tiene un arsenal nuclear.

 Su metáfora artística, a buena hora, se transforma en una didáctica y tierna saga de amor, preñada de humor, ternura y poesía. Un montaje mínimo, descarnado, muestra ejemplar del  necesario teatro pobre, por aquello de la economía de recursos materiales, pero sumamente grato por su contenido y el trabajo actoral ahí materializados.

 Aru -apócope de Arunachalam Murugananthan- por el demasiado amor que tiene y manifiesta hacia Shanti, su esposa, se dedica a materializar un sueño: crear una máquina para fabricar toallas sanitarias, caseramente, a bajo costo y así ayudar  a millones de mujeres para que dejen de usar trapos, barro o ceniza, durante el lapso de sus menstruaciones, ya que solo el 12% de las féminas indias usan compresas, las cuales son costosas e imposibles de adquirí por sus bajos ingresos.

La argumentación de Aru, amador de las mujeres  se fundamenta en un artículo de prensa que el escritor leyó, "como en enero del año pasado", cuenta Palencia. "¡Me pareció tan bonita! Y es bello compartirla con otras personas”. De ahí brotó el cuento teatral, dentro de lineamientos brechtianos, de cómo se creó la única maquina en el mundo para elaborar compresas sanitarias  a bajo costo y mejorar  la calidad de vida de  muchas mujeres. Óptimo trabajo, sin lugar a dudas, que nos recuerda aquello de "inventamos o erramos", muy acordo con las tiempos que vivimos.

No sorprende que Palencia haya plasmado  en el teatro Bolívar una argumentación de tales características “transgresoras de la convencionalidad”, como es el empoderamientos de las damas indias para solucionar  modernamente sus problemas higiénicos; porque él, precisamente, ha escrito  varias piezas esclarecedoras sobre la diversidad sexual, como Penitentes, y especialmente la transexualidad con La  quinta de Dayana, llevada al cine con el actor transexual colombiano Endry Cermeño, bajo el titulo Cheila, una casa p´maíta, dirigida por Eduardo Barberena. Este es un dramaturgo que sí está con el tiempo que le ha correspondido vivir y ha de llegar lejos, si Dios quiere.

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