Por @bruno_mateo
@avencrit.
En
el Espacio Plural del Trasnocho Cultural se está presentando durante este
mes de agosto de 2015 el montaje “El feo”
( Der Hässliche)
de Marius Von Mayenburg (Múnich 1972), dirección y puesta en escena de Juan José
Martín, con las actuaciones de Ana
Gabriela Melo como Fanny, Javier
Figuera (Karlmann), Adolfo Nittoli
(Scheffer) y Antonio Delli (Lette);
producción general de Adriana Issa y
Yesesenia Camacho para el Teatro de La Noche.
El texto es una producción discursiva
muy bien elaborada en cuanto a estructura dramática. Los diálogos son audaces y lacerantes los cuales se van concatenando en una ristra de unidades
de acción hasta tejer una perfecta red dramática que nos muestra el exacerbado
narcisismo social asimismo observamos como esa patología de ser bonito se vuelve “viral” incluso
se comercializa la “belleza” hasta su devaluación. “El feo” se inscribe dentro de las
paradigmáticas obras como “El rinoceronte” de Ionesco, al igual que me
hace eco con la novela “El hombre duplicado” de José Saramago.
El tema de la exclusión de quienes
consideramos nada atractivos se ejemplifica en la obra “El feo” con el personaje Lette quien se ve obligado por las condiciones
sociales en que vive (trabajo y esposa) a practicarse una operación estética
para pasar de ser el “patito feo” al hermoso cisne; ese hermoso cisne que
se transfigura en un objeto erótico
deseable por su mujer Fanny y una carta de presentación del Sr. Scheffer Jefe
de su empresa, lo que no previno fue que ese rostro “perfecto” que todos desean
pronto se comercializaría a gran escala hasta llegar a su devaluación y dejarlo
en un individuo vacío.
El diseño de escenografía de Héctor
Becerra y del propio Martín es preciso, útil y funcional, a la vez que nos da
la sensación de frialdad, esa frialdad social del mundo ficcional del “El feo”; el aparataje escenográfico
aunado a la iluminación creado por Gerónimo Reyes está completamente amalgamado
con la materialización de la obra escrita de Von Mayenbrug en la puesta en escena
de Martin; una puesta en escena
inteligente porque supo resolver con tres actores y una actriz en una escenografía fija todos los ambientes y personajes que exigía el
texto de una manera descarnada. Sin ambages nos mostró el trabajo de actor (el
arte de la transformación) frente al
público.
Ahora al escribir sobre las
interpretaciones puedo acotar que los cuatro actores lograron desarrollar cada
uno de sus personajes y sus respectivas evoluciones dentro del desarrollo
dramático del texto. No hubo exageraciones ni ademanes extras. Se respetó el
tratamiento gestual en el cirujano
amanerado. Vemos a un Antonio Delli distinto, en su personaje de Lette que logra pasar de un ser subyugado a una persona
narcisista y vanidosa y luego a un ser destruido por su propia imagen; por su
parte Ana Melo nos convence en sus tres personajes (Fanny, la enfermera y la
vieja), Javier Figuera logra darnos sus caracterizaciones muy bien delimitadas
y Adolfo Nittoli llega a “buen puerto” para brindarnos unos personajes
completamente diferentes en las formas, pero iguales en el fondo (despiadados
que buscan un solo objetivo: conseguir dinero).
“El
feo” es un montaje de esos que uno agradece por su lenguaje, por su puesta
en escena, por su significante (estética), por sus actuaciones y por su
contenido.
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