lunes, 9 de septiembre de 2019

Cuando surge el amor "De hombre a hombre"



Nos llega desde Bogotá el texto escrito por el argentino Mariano Moro "De Hombre a Hombre" Dramaturgo contemporáneo nacido en Mar de Plata y que con esta pieza indaga en la intimidad de una peligrosa relación que llevará a la transformación de sus personajes. 

Extrañamente y en estos tiempos que vivimos pareciera una locura pensar que nos visite en Caracas una pieza  producida en otro país, cuando más bien las pocas producciones nacionales intentan ver como sobreviven o salen de nuestras fronteras. El caso es que desde el pasado viernes se está presentando en la Caja de Fósforos de Bello Monte este espectáculo bi-nacional, ya que el equipo lo conforman artistas venezolanos y colombianos, que juntaron esfuerzos y recibieron el espaldarazo de este recinto teatral para dar muestra del resultado de la diáspora venezolana en el vecino país. 

Es así como el joven director Alexander Malinowski, con sólo tres años de residencia en la ciudad de Bogotá, amalgama un colectivo teatral y se lanzan a la aventura de montar el texto del argentino. Después de cumplir temporada en el país neogranadino avisoran la aventura de traerlo a Caracas y por tres semanas estarán confrontando al público venezolano con una conmovedora historia de amor entre un maestro y su discípulo. 

Con un fino discurso filosófico, religioso y poético "De hombre a Hombre" nos pasea por la delicada cuerda floja de la relación homosexual entre un alumno adolescente y su profesor, ya por la naturaleza de la relación y sus características vislumbramos el conflicto de la trama, que el autor sabe hilar de forma muy inteligente. 

Malinoski en la dirección supo leer correctamente a su autor y desprovisto de espectacularidad concentra su atención en la dirección e interpretación actoral, acertada decisión en tanto se trata de una pieza de texto, donde lo que se dice es fundamental ante de lo que se hace. Las acciones son mínimas pero los diálogos y las intenciones tan contundentes que logran enganchar y conmover al espectador de manera inmediata.


Foto cortesía: Alberto Gullin 

Junto al director sus actores: Heriberto Garcés, también venezolano inmigrante, encarna al profesor, de forma aplomada justa y con matices que reflejan el riesgo que es lanzarse al precipicio de la pasión, sorprende su madurez y sobriedad escénica. Por su parte su compañero, Andrés Bermúdez, joven actor colombiano está a cargo del alumno: seductor, impaciente y retador conseguirá que las redes de la juventud atrapen a su presa y lo dobleguen para modificarles la vida.  

La poética de la iluminación y la musicalización del espectáculo coronan la sobriedad y delicadeza de una redonda puesta en escena que hablan del talento de exportación que hay en casa. 
Esta grata experiencia nos sirve como presagio de lo que puede suceder en nuestro país cuando acabe la barbarie nuestros jóvenes que hoy no encuentran futuro en su tierra y se aventuran al exilio volverán a su casa y mostrarán lo que han crecido como creadores y como hombres para ayudar a levantar lo devastado. Y el teatro es la mejor forma de demostrarlo. 

No se pierdan la oportunidad de disfrutar de esta pieza en La Caja de Fósforos (Concha Acústica de Bello Monte) el viernes a las 7 pm / sábados y domingos 6 pm.
@luisalbertor

2 comentarios:

  1. Leyendo la reseña, me dan muchas ganas de ver esta puesta. ¡Gracias! Y mi solidaridad con los venezolanos.

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  2. Muchas gracias Mariano, seguro que disfrutarás ver tu creación en carne y hueso Colombo-venezolana, sin duda. Gracias por tu solidaridad. Abrazos desde Caracas!

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