domingo, 1 de diciembre de 2013

Hamlet se vengó

Una nueva y adiestrada generación actoral exhibe Ciane, como, lo demuestran estos contemporáneos Laertes y Ofelia.

Por Edgar Moreno Uribe
@eamorenouribe

 
Este cuento teatral es sencillo y estremecedor como lo demuestran sus palabras y acciones. Son los malditos cuernos de una reina y la conspiración que la adultera pone en marcha por casarse con el hermano de su esposo rey, tras un rocambolesco complot para asesinarlo. Es la tragedia íntima que arrincona a Hamlet, joven príncipe heredero, cuando descubre todo y opta ejecutar una venganza que se lleva por delante a su novia y todos los demás miembros de tan disoluta corte. Y aquella carnicería humana culmina con una gran catástrofe general en ese reino europeo, sometido a una invasión extranjera para imponer la paz, se supone, en medio de los funerales de esa dinastía de malévolos políticos. ¡Las moralejas sobran o son obvias!

Sobre esa obra teatral, Hamlet (1589), se han escrito asombrosos ensayos o investigaciones, nosotros asumimos todo lo que suscribe Harold Bloom, quien en su ensayo  Shakespeare, la invención de lo humano  afirma que es la máxima obra de la literatura imaginativa occidental. Texto centrado en la venganza del enloquecido príncipe,  el cual ha sido usado por casi todos los teatreros para definirse y adoptar una posición ante el mundo que les corresponde o eligen vivir, porque la trágica saga de ese hombre joven ante la traición de su madre y su tío  no es otra cosa que la teatralización de la comedia humana, siempre ambivalente y dividida entre el bien o el mal.

El más reciente montaje caraqueño de  Hamlet  fue un éxito estético y de audiencia durante la temporada 2012 en el teatro Trasnocho. Era una producción del grupo Skena, dirigida por  Armando Álvarez, quien hizo un espectáculo muy contemporáneo usando la versión de  Ugo Ulive.

Y ahora para cerrar la temporada 2013 irrumpe en la sala Rajatabla la agrupación Ciane (Centro de Investigación Artística Nueva Escena), creada hacia el año 2003 por Soraya Orta y Peggy Bruzual, inteligentes y trabajadoras artistas quienes parieron y criaron, teniendo en contra a todos los oráculos, su técnica Danza de altura, o Teatro de altura,  opinamos nosotros,  en la cual fusionan la danza, el teatro físico, la acrobacia y los zancos hasta lograr una sola disciplina multihíbrida. Todo eso implica formar o capacitar intérpretes que más allá de ser bailarines, actores, acróbatas o zanqueros, son comediantes integrales que utilizan elementos de extensión corporal como herramientas dentro de sus diferentes creaciones. No hay otra agrupación que se les asemeje y son, por supuesto, únicos con lo que hacen, lo cual es plausible en medio de este contexto venezolano donde se copian mal hasta las técnicas foráneas.

Este  Hamlet, que firma Soraya  y produce Ciane, centrado en un texto sin cortes, es un impactante trabajo teatral sin desperdicio, de vanguardia criolla y ambicioso con su propuesta visual e intelectual, el cual  que estará en cartelera de la sala Rajatabla hasta el 1 de diciembre, como para que se mueran de envidia los incrédulos ante el nuevo talento histriónico que este país produce.

Con un elenco de más de 20 intérpretes en escena, este Shakespeare de Ciane le propone a los espectadores venezolanos  “una reflexión sobre la descomposición moral” presente en todos los niveles de la pirámide social, el cual cobra una estrujante vida por intermedio un alucinante juego escénico combinado con actores en zancos y entregados a exultantes acrobacias circenses, danza, música en vivo y grabada, y pirotecnia festiva en medio de círculos de fuego.

 “Traer a nuestros días un clásico de la historia literaria universal, nos lleva a reflexionar sobre la corrupción moral” indica la directora Soraya Orta, quien a partir de esta premisa materializa un espacio extra cotidiano y activo, una atmósfera que se pasea entre lo juglaresco y trágico de los personajes  y que usa  “la fisicalidad” de sus intérpretes, para abordar contemporáneamente al grandioso texto shakesperiano. Son dos horas de un estremecedor ritual donde no solo los actores  sudan y se emocionan, sino que los espectadores están presenciando como se derrumba un régimen carcomido por la corrupción, porque el príncipe insiste y destruye toda esa corte o ratonera demasiado pequeña para atraparlo, porque el regresa voluntariamente a ella  para matar y morir matando.

  Este  Hamlet  de CIANE  propone un espectáculo  lúdico que va desde los cuerpos semidesnudos a la sonoridad  de las palabras dichas y cantadas. Todo eso en el reino de Elsinor añejado, bélico y cargado de energías tan potentes como sublimes: el amor, la pasión, la duda, la traición, la lujuria, la amistad, la avaricia son recreados a través del hierro perenne de la escenografía y de los zancos que se convierten en piernas de carne y hueso para construir esa ciudad  metafórica de Shakespeare, como ha dicho y mostrado la directora Soraya.

La directora Soya demuestra fehacientemente  la vigencia de  la pieza.  Su contemporáneo Hamlet encontró traiciones y desesperanzas, enfrentó, batalló y los pensamientos se convirtieron en reflexión universal, en “verdades que aún se encuentran en las paredes de las prisiones del deshonor”. Ella materializa su discurso escénico con todo su bagaje cognitivo, severa preparación física, preciso dominio escénico y espacial, una depurada creatividad juvenil  de los actores, además del elemento sorpresa íntimamente ligada a la puesta en escena: la llegada de un ser muy contemporáneo,  el invasor andrógino y perverso, Fortimbras.

Hay que subrayar que la importancia de los textos shakespereanos, en especial Hamlet está dada por la interpretación que se haga de ellos, por la creatividad de los actores y las puestas en escena imaginativas, porque de lo contrario es literatura dramática muerta. El montaje de Ciane rescata toda la advertencia de Shakespeare sobre las maldades del poder y sus nefastas manipulaciones que le quitan vida y amor a la gente joven y a todos quienes creen que el poder es lo único importante de la vida misma.

 Talento nacional

 
El conmovedor elenco está integrado por Pedro Pineda, veterano actor de Rajatabla,Martín Astudillo, Oliver JaramilloScarlett JaimesDavid Abad, Ramón GolizYurahy Castro, Jota LealRufino Dorta, José SánchezDevinson FerrerMarcos DíazYehisson GarcíaCarlos Valiente,  Badyr Paracuto, Cristóbal MendozaCrisbel GuzmánJhonny Torres, Antony MoretaAlba Barazarte, Carlos Valiente, Luigi Lobig, Yehisson García, Alba Barazarte, Ivamary Lozada, Badyr Paracuto, Cristóbal Mendoza, Oliver Jaramillo, Marcos Díaz, Yehisson García y Kathy Colina.Todos bajo la preparación física y dirección general de Soraya Orta; trabajo vocal de Cristóbal Mendoza y Yurahy Castro; preparación de músicos y cantos de Cristóbal Mendoza; diseño de iluminación de Peggy Bruzual; diseño de vestuario de Rufino Dorta; realización de máscaras de Crisbel Guzmán, Devinson Ferrer y Carlos Valiente; montaje y manejo de aéreos de Soraya Orta; pirotécnica  de Ciane y  producción general  de Peggy Bruzual.

 

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