Una nueva y
adiestrada generación actoral exhibe Ciane, como, lo demuestran estos
contemporáneos Laertes y Ofelia.
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Por
Edgar Moreno Uribe
@eamorenouribe
Este
cuento teatral es sencillo y estremecedor como lo demuestran sus palabras y
acciones. Son los malditos cuernos de una reina y la conspiración que la
adultera pone en marcha por casarse con el hermano de su esposo rey, tras un
rocambolesco complot para asesinarlo. Es la tragedia íntima que arrincona a
Hamlet, joven príncipe heredero, cuando descubre todo y opta ejecutar una
venganza que se lleva por delante a su novia y todos los demás miembros de tan
disoluta corte. Y aquella carnicería humana culmina con una gran catástrofe
general en ese reino europeo, sometido a una invasión extranjera para imponer
la paz, se supone, en medio de los funerales de esa dinastía de malévolos
políticos. ¡Las moralejas sobran o son obvias!
Sobre esa
obra teatral, Hamlet (1589), se han escrito asombrosos ensayos o
investigaciones, nosotros asumimos todo lo que suscribe Harold Bloom, quien en
su ensayo Shakespeare, la invención de lo humano afirma que
es la máxima obra de la literatura imaginativa occidental. Texto centrado en la
venganza del enloquecido príncipe, el cual ha sido usado por casi todos
los teatreros para definirse y adoptar una posición ante el mundo que les
corresponde o eligen vivir, porque la trágica saga de ese hombre joven ante la
traición de su madre y su tío no es otra cosa que la teatralización de la
comedia humana, siempre ambivalente y dividida entre el bien o el mal.
El más
reciente montaje caraqueño de Hamlet fue un éxito estético y
de audiencia durante la temporada 2012 en el teatro Trasnocho. Era una
producción del grupo Skena, dirigida por Armando Álvarez, quien hizo un
espectáculo muy contemporáneo usando la versión de Ugo Ulive.
Y ahora para cerrar la temporada 2013 irrumpe en la
sala Rajatabla la agrupación Ciane (Centro de Investigación Artística Nueva
Escena), creada hacia el año 2003 por Soraya Orta y Peggy Bruzual, inteligentes
y trabajadoras artistas quienes parieron y criaron, teniendo en contra a todos
los oráculos, su técnica Danza de altura, o Teatro de altura, opinamos nosotros,
en la cual fusionan la danza, el teatro físico, la acrobacia y los zancos hasta
lograr una sola disciplina multihíbrida. Todo eso implica formar o capacitar
intérpretes que más allá de ser bailarines, actores, acróbatas o zanqueros, son
comediantes integrales que utilizan elementos de extensión corporal como
herramientas dentro de sus diferentes creaciones. No hay otra agrupación que se
les asemeje y son, por supuesto, únicos con lo que hacen, lo cual es plausible
en medio de este contexto venezolano donde se copian mal hasta las técnicas
foráneas.
Este
Hamlet, que firma Soraya y produce Ciane, centrado en un
texto sin cortes, es un impactante trabajo teatral sin desperdicio, de
vanguardia criolla y ambicioso con su propuesta visual e intelectual, el cual
que estará en cartelera de la sala Rajatabla hasta el 1 de diciembre,
como para que se mueran de envidia los incrédulos ante el nuevo talento
histriónico que este país produce.
Con un elenco de más de 20 intérpretes en escena, este Shakespeare de
Ciane le propone a los espectadores venezolanos “una reflexión sobre la
descomposición moral” presente en todos los niveles de la pirámide social, el
cual cobra una estrujante vida por intermedio un alucinante juego escénico
combinado con actores en zancos y entregados a exultantes acrobacias circenses,
danza, música en vivo y grabada, y pirotecnia festiva en medio de círculos de
fuego.
“Traer a nuestros días un clásico de la historia literaria
universal, nos lleva a reflexionar
sobre la corrupción moral” indica la directora Soraya Orta, quien a partir de
esta premisa materializa un espacio
extra cotidiano y activo, una atmósfera que se pasea entre lo juglaresco y
trágico de los personajes y que usa “la fisicalidad” de sus
intérpretes, para abordar contemporáneamente
al grandioso texto shakesperiano. Son dos horas de un estremecedor ritual donde
no solo los actores sudan y se emocionan, sino que los espectadores están
presenciando como se derrumba un régimen carcomido por la corrupción, porque el
príncipe insiste y destruye toda esa corte o ratonera demasiado pequeña para
atraparlo, porque el regresa voluntariamente a ella para matar y morir
matando.
Este Hamlet de CIANE propone un
espectáculo lúdico que va desde los cuerpos semidesnudos a la sonoridad
de las palabras dichas y cantadas. Todo eso en el reino de Elsinor
añejado, bélico y cargado de energías tan potentes como sublimes: el amor, la
pasión, la duda, la traición, la lujuria, la amistad, la avaricia son recreados
a través del hierro perenne de la escenografía y de los zancos que se
convierten en piernas de carne y hueso para construir esa ciudad
metafórica de Shakespeare, como ha dicho y mostrado la directora Soraya.
La
directora Soya demuestra fehacientemente la vigencia de la
pieza. Su contemporáneo Hamlet encontró
traiciones y desesperanzas, enfrentó, batalló y los pensamientos se
convirtieron en reflexión universal, en “verdades que aún se encuentran en las
paredes de las prisiones del deshonor”. Ella materializa su discurso escénico
con todo su bagaje cognitivo, severa
preparación física, preciso dominio escénico y espacial, una depurada
creatividad juvenil de los actores, además del elemento sorpresa
íntimamente ligada a la puesta en escena: la llegada de un ser muy
contemporáneo, el invasor andrógino y perverso, Fortimbras.
Hay que
subrayar que la importancia de los textos shakespereanos, en especial Hamlet
está dada por la interpretación que se haga de ellos, por la creatividad de los
actores y las puestas en escena imaginativas, porque de lo contrario es
literatura dramática muerta. El montaje de Ciane rescata toda la advertencia de
Shakespeare sobre las maldades del poder y sus nefastas manipulaciones que le
quitan vida y amor a la gente joven y a todos quienes creen que el poder es lo
único importante de la vida misma.
Talento nacional
El conmovedor elenco está integrado por Pedro Pineda, veterano
actor de Rajatabla,Martín Astudillo, Oliver
Jaramillo, Scarlett Jaimes, David
Abad, Ramón Goliz, Yurahy Castro, Jota Leal, Rufino Dorta, José Sánchez, Devinson Ferrer, Marcos Díaz, Yehisson García, Carlos Valiente, Badyr Paracuto, Cristóbal Mendoza, Crisbel Guzmán, Jhonny Torres, Antony
Moreta, Alba Barazarte, Carlos Valiente, Luigi Lobig, Yehisson García, Alba Barazarte, Ivamary Lozada, Badyr
Paracuto, Cristóbal Mendoza, Oliver
Jaramillo, Marcos Díaz, Yehisson García y Kathy Colina.Todos bajo la
preparación física y dirección general de Soraya Orta; trabajo vocal de
Cristóbal Mendoza y Yurahy Castro; preparación de músicos y cantos de Cristóbal
Mendoza; diseño de iluminación de Peggy Bruzual; diseño de vestuario de Rufino
Dorta; realización de máscaras de Crisbel Guzmán, Devinson Ferrer y Carlos
Valiente; montaje y manejo de aéreos de Soraya Orta;
pirotécnica de Ciane y producción general de
Peggy Bruzual.
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