por Luis Alberto Rosas
@rosasla
El pasado viernes 4 de octubre se estrenó enla Sala
de la Asociación Cultural
Humbolt de Caracas, el inteligente texto dramático del dramaturgo catalán
Guillem Clúa bajo la dirección de Juan José Martín y la producción de Karla
Fermín para el Grupo Actoral Dram-on, colectivo emergente que con este espectáculo
asciende a pasos agigantados en el panorama escénico nacional.
@rosasla
El pasado viernes 4 de octubre se estrenó en
Aníbal Cova, Newman Vera y Giovanna
Sperandei, son los jóvenes líderes de Dram-on que emprendieron la idea de
llevar a cabo este proyecto y con la sagacidad, el desparpajo e ímpetu
intrínseco a la juventud, se hicieron de un gran texto que negociaron directo
con el autor y convocaron a uno de los directores más sobresalientes del país,
Juan José Martín quien a su vez logró amalgamar un casting de primera línea
encabezado por los veteranos: Diana Volpe, Guillermo Díaz (Yuma), Eulalia Siso
y Elio Petrini, en compañía de los jóvenes Ana Melo, Markel Méndez, Louani
Rivero y los mismos “Dram-ones”: Cova y Vera. Iniciaron la aventura apasionados
por la historia y desafiando todos los escollos que puede significar realizar
un montaje teatral de autor frente a la marquesina actual caraqueña donde
pululan las risas y los actores con escasas prendas de vestir y hermosos
cuerpos.
Montar Marburg en estos días que corren en esta convulsa ciudad y en medio
del huracán escénico de las salas caraqueñas es una batalla titánica, no sólo
por el tipo de obra (teatro de tesis, donde el autor hace reflexionar al
público acerca de cuatro situaciones dramáticas de la vida) sino por el
desinterés del público caraqueño en sentarse a pensar sobre lo que le pasa al
ser humano. Flojera mental, enquistamiento cultural, deficiencia formativa, es
de lo que sufre el público de Caracas y estamos seguros que Marburg es un extraordinario antídoto
contra todos estos males.
La obra es una extraordinaria
ocasión para demostrar que hay posibilidades de llevar a nuestras tablas teatro
profesional de altura y exportación. Comparable con cualquier espectáculo
internacional que pudiese estar programado en Buenos Aires, México o España. Esta
joya contemporánea de la dramática actual pasea al espectador por cuatro
momentos en la vida de nueve personajes en distintas épocas y países, que
ocurren en una localidad llamada Marburg, aunque en distintos puntos del
planeta.
Situaciones de fuerte contenido
dramático, quizás podríamos pensar terribles, pesimistas, pero que al final
asoman la esperanza de una vida mejor para estos seres que se enfrentan a sus
deseos de una forma irrefrenable.
Evidentemente que no sólo con una
buena historia, que posibilita al espectador no querer perderse ningún momento
de la anécdota para llegar a conocer el desenlace de cada una, se logra un gran
espectáculo, hay que poner atención al equipo artístico detrás del montaje. Y
cuando todos van hacia un mismo objetivo: la excelencia, no puede conseguirse
otro resultado que una obra de arte.
Si usted está leyendo estas líneas,
y se precia como espectador que le gusta disfrutar del teatro, o por el
contrario, quiere saber si el teatro en Caracas va más allá de la pantalla de
televisión, no puede dejar de ver los sábados y domingos a las 4 de la tarde en
la Asociación Cultural
Humbolt Marburg, donde se deleitará
con sólidas actuaciones (difícil tarea de la dirección al confluir en su elenco
tan variados estilos de actuación y niveles de experiencia actoral) Una
dirección de arte impecable de la mano del maestro plástico Oscar Salomón y una
cuidadosa producción de quien hoy por hoy se ha convertido en una de las
productoras emergentes más eficientes: Karla Fermín. Orquestados todos por la
sapiencia de Juan José Martín que logra tejer los hilos de una puesta en escena
entramada de tal forma que jamás se arrepentirá, querido lector, de dejarse
cautivar por el laberinto de esta historia.
En síntesis Marburg se convierte en una opción infaltable en la agenda de todo
espectador inteligente, estudiante acucioso, periodista sagaz o público que
desee conocer el verdadero teatro que se cuece a fuego lento en los hornos de
nuestra eufórica juventud de teatreros nacionales “¡Bravo Dramon-es!”
L.A.R./ @rosasla
Caracas, 09/10/2013
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