domingo, 24 de febrero de 2013

FTC-2013: EL ÚLTIMO AMANTE

Ya levantó telón la II edición del Festival de Teatro de Caracas 2013. Con buena vibra y con plenos de salas que realmente han empezado a romper con las cifras y estadísticas alcanzado en su etapa del año 2011. Aforos de apertura formal con índices notorios, emanación de solidarios comentarios de público y artistas, realización de comunitarios con asombrosa participación de público, notorios saldo para el área académica que expresó alto interés son apenas muestras de lo que, hasta ahora, dibujan los resultados de este esperada vitrina teatral que organizó la Alcaldía de Caracas a través de Fundarte conjuntamente con el Gobierno del Distrito Capital. Una fiesta que se extenderá hasta el domingo 10 de marzo y que continúa invitando al caraqueño a sumarse al goce, a la formación y al disfrute. EL ÚLTIMO AMANTE Partiendo de una pieza del escritor, guionista y productor norteamericano, Neil Simón (1927), la productora teatral caraqueña, Lazo Producciones con dirección del actor del reconocido, Luís Fernández asumieron estar dentro del Festival de Teatro de Caracas para levantar el telón de esta fiesta del teatro capitalino en el centenario Coso de Cipreses (Teatro Nacional)con lleno total de público, e invitados especiales. Como espectáculo El último amante puede decirse que, si bien cumplió su cometido de ser una propuesta sin complicaciones estéticas aunque armada para ser proyectada a un público que solo deseaba pasarla sin complicaciones intelectuales e, incluso, deseaba ser vista como montaje que solo fuese grato para distenderse dados los mecanismos implícitos en la apertura de un Festival dentro del cual siempre hacen presencia dilaciones, discursos hasta, actos protocolares, su inserción ayudó a drenar la expectativa de una platea que solo deseaba encontrar lo que fue a ver: teatro y saberse parte de un evento. Si ello es la justificación, pues cumplió No obstante, ¡hay que estar claro! Una cosa es teatro de tema que puede ser singular como la fidelidad masculina, otra, la formula argumental y como ésta sea entendida y reconstituida para expresarle algo más serio al espectador que solo buscar la risa gruesa derivado de las peripecias internas de los personajes a lo que uno espera sea un trabajo donde la calidad del empaque global de un nivel de satisfacción o complacer a un público exigente en cuanto a lo que aspira ver como teatro de arte y que hubiese aceptado espectar una comedia con más fuerza de crítica o de acento reflexión que, sin dejar de lado el humor, colme con firmeza que estuvo ante un trabajo mucho más comprometido a emanar un todo más sólido desde los conceptos y cierto nivel de trasfondo de algunas situaciones humanas que, aun están operando en el contexto de nuestras actuales tiempos. Trabajo ligero, propuesta sencilla y que apeló a la figuración fulgurante de sus plantilla actoral conformada por una desenfadada Mimí Lazó que a pesar de tener esa fuerza histriónica y un carisma interpretativo que desborda, no supo darle la separación orgánica a los tres papeles que debió encarnar. Ese paso de uno al otro pudo haberle conformado una proyección que hubiese hablado muy bien de sus cualidades como actriz, pero al sentírsele desdibujada en dos de ellos y algo externa en otro, pues solo le quedó apelar a esa fluido desenvolvimiento que esta gran actriz tiene como don natural. Por su parte, Luís Fernández en su paso de construir al macho tímido y carente de experiencias amatorias a sentirse ese ¨Don Juan¨ capaz de prever con cada encuentro con tono sexual, salidas / soluciones que le lleven a su objetivo de tener su aventura extramatrimonial; un actor que lució más aplomado, que buscó apelar a manejar su panoplia de elementos corporales como expresivos, que asumió su soltura escénica para densificar su reto compositivo. Sin embargo, como director exihibió muchas costuras con la puesta en escena de esta pieza de Simón. Pudo sacar más partido del ritmo de la pieza, ajustar los gags, cuidar los detalles (ya que todo elemento sobrfe la escena significa), buscar más conjugación de lo visual para la relación estética del dispositivo, el vestuario y elementos accesorios, tener más intuición del manejo de la luz (diseñada por José Jiménez) que permitió zonas oscuras y el juego de atmósferas desajustado. En fin cuentas, no fue el mejor de los espectáculos para inaugurar el FTC-2013 pero, ¡así son las cosas! Lo que complace saber es que esta vitrina tiene mucho por ofrecer y eso es lo que hay que ver parea creer. Carlos Herrera Crítico Teatral A ser publicada en Ciudad CCs Lunes 25.02.2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario