lunes, 10 de junio de 2013

Enemigo del pueblo

Foto: Nicola Rocco

Por E.A Moreno Uribe

Siempre la corrupción imperó y por los siniestros vientos que soplan pareciera que será eterna. Es una pandemia moral que acorrala y enferma a gobiernos, organizaciones civiles, religiosas, militares, y, por supuesto, hay millones de seres humanos corrompidos hasta la médula. Y los que no lo son todavía, hacen sus coquetos con esa monstruosidad. Es, pues, milenaria la historia del abuso del poder, de la mala conducta o la degradación moral de gran parte de los seres humanos.

¿Será acaso otra manifestación del Demonio o del Anticristo?, como lo ha dicho el Papa Francisco.

La recordamos ahora  y llamamos la atención a los lectores tras ver el espectáculo teatral Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen y cotejar su vitriólico y moralizante mensaje con  las recientes declaraciones del Papa Francisco quien afirmó que los corruptos son "el anticristo, hacen mucho daño a la Iglesia y son un peligro, ya que son adoradores de sí mismos, sólo piensan en ellos y consideran que no necesitan de Dios. Esas personas, poco a poco han roto esa relación con Dios y dicen: 'nosotros no necesitamos a ese patrón, que no venga a molestarnos. Esos son los corruptos, aquellos que eran pecadores como todos nosotros, pero han dado un paso adelante, se han consolidado en el pecado. Cuanto mal hacen los corruptos en la comunidad cristiana, que el Señor nos libere de caer en ese camino de la corrupción. Pecadores sí, corruptos no", subrayó el Papa, al recordar los  50 años de la muerte del beato Juan XXIII, al quien puso como "modelo de santidad", el 2 de junio de 2013. 

HERMANOS STOCKMAN

Lo que dice el Sumo Pontifice nos sirve, como anillo al dedo, para resaltar la corrupción que impera en la saga argumental de Un  enemigo del pueblo e invitar al público a que la compare con algunos hechos reales y cotidianos que debe conocer pero que no se atreve a glosar o comentar siquiera. Ahí, un hombre honesto (el doctor Thomas Stockmann) lucha desesperadamente  contra la maldad que impera en el poder  municipal de su ciudad y en algunos gremios económicos privados, la cual impide el cierre de un balneario nocivo para la salud de sus visitantes por tener sus aguas contaminadas con bacterias o virus letales, incluso.

Hay que recordar que el teatro de Ibsen (Noruega, 20.03.1828/23.05.1906) no fue grato ni lo es todavía para las sociedades corruptas, aunque las mismas lo aplauden e incluso hasta lo premian, pero algunas de sus piezas, como Casa de Muñecas (1879), han generado auténticas revoluciones culturales, tal es el caso del  triunfante feminismo. En Un enemigo del pueblo (1882), el autor denuncia la perversa conducta de los periodistas y los medios de comunicación que se unen a su hermano, quien además es  el alcalde o líder de todo el aparato corrupto de la municipalidad, para bloquearlo y perseguirlo. ¡Aquí  está la clave del poder “omnipresente” de la corrupción!

En síntesis, tanto los habitantes como las autoridades se unen y el doctor Stockmann queda prácticamente en la calle, porque le casa donde vive con su familia le suspenden al arrendamiento y le piden desocupación…Y comienza así su calvario, sin pretender ser precisamente otro Jesús de Nazareth, solamente por ser  un buen hombre que denunció los peligros de una contaminación que puede significar pérdidas de vidas humanas. Y la corrupción, la única culpable, ahí feliz y campante.

MONTAJE

Una coreografía simbolista, que se repite al final, abre el montaje para dejar el trágico desfile de sus personajes. La pesadez de su situación trasciende la escena y los personajes-actores son impactantes, especialmente Antonio Delli (doctor Stockman) y  Wilfredo Cisneros (alcalde Stockman), los conductores o sacerdotes  de todo esa tragedia de la corrupción. Hay una atmósfera dura o pesada que envuelve al público y lo obliga a pensar sobre si la realidad cotidiana  o su realidad como ciudadano no serán superiores a la ficción escénica que está degustando. He ahí la clave del montaje, conseguida a  puro pulso por el  director Jesús Delgado y presente en todos sus actores. Si quedaba alguna duda de su talento como director ahí se ha consagrado y de qué manera. Es teatro de texto, con mínimos juguetes escénicos, donde el texto que se emite y la verdad de lo que dicen es cual un cartucho de dinamita que derriba el muro de las mentiras que teje la corrupción.

¡Ahí se demuestra, una vez más, que no siempre la mayoría tiene la razón y que los pueblos también se equivocan! ¡Y que la democracia mundial requiere  de otro Hércules que le haga una limpieza porque está cubierta por los excrementos de la corrupción!

SINOPSIS

 Noruega de finales del  siglo XIX está en la sala múltiple  Cabrujas de la Fundación Cultural. Ahí se plasma la saga del doctor Thomas Stockmann, y de una ciudad cuyo balneario es la principal atracción turística. Todo comienza cuando Stockmann descubre que las aguas están contaminadas y se dispone a denunciarlo. Es vilipendiado por el poder político, representado por el alcalde de la ciudad, quien paradójicamente es su propio hermano, y por los distintos factores de poder que actúan en su contra y procurando proteger sus propios intereses, hasta lograr que la opinión pública unifique su repudio contra él, teniendo el quijotesco Stockman que convertirse en un agente político de cambio para influir en una mayoría que no lo reconoce. 

FICHA TECNICA

Con la adaptación y producción de Jesús Delgado y Sebastián Torres, este montaje de Un enemigo del pueblo es otra producción de El Grupo Teatral Emergente, la cual cuenta con el impactante y bien creado vestuario del artista Joaquín Nandez; la musicalización de Nacho Huett; coreografías de Adriana Urdaneta y Jacques Broquet; diseño de escenografía de Elvis Chaveinte; iluminación de Gerónimo Reyes, y diseño de maquillaje de Daniel García. Y por supuesto que Antonio Delli y Wilfredo Cisneros están correctamente acompañados de  Claudia  Nieto como la señora Stockman, Jesús Hernández es Hovstad, Lidsay Castro es Petra, Jorge Dakar encarna a Aslaksen, Carlos Clemares es  Morten Kull, mientras Hernán Iturbe, Marcos Chocrón, María E. Cedeño, Víctor Jiménez y Yeisy Guerra encarnan a ese pueblo que le grita al doctor Stockman: “eres un enemigo del pueblo”.

 

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